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Fernando
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Lugares emblemáticos

El protagonista de la renovada Plaza de España es el peatón, que tiene a su disposición una enorme plaza central donde se halla el célebre Monumento a Cervantes. El tráfico rodado ha desaparecido (desviado al subsuelo mediante un gran túnel de más de un kilómetro que une la calle de Bailén con la de Ferraz) y la plaza es el punto ideal para iniciar un paseo inolvidable por gran parte de los atractivos turísticos de Madrid. Andando... o en bici, ya que la nueva plaza cuenta con dos grandes carriles bici: el eje norte-sur que une las calles Bailén y Ferraz, y el eje este-oeste, que conecta la Cuesta de San Vicente con la Gran Vía. Y a estas dos rutas se suma una tercera que discurre entre Princesa y Ferraz. o podrás dejar de fijarte en dos edificios imponentes: la Torre de Madrid, que durante unos años fue el rascacielos de hormigón más alto del mundo, y el Edificio España. La plaza -y sus alrededores- cuenta además con tres bellas fuentes (dos ya existentes -la del Monumento de Cervantes y la de la Fuente de la Concha o del Nacimiento del Agua, trasladada ahora enfrente de la Iglesia de Santa Teresa y San José- y una de nueva creación, la Fuente del Cielo, una obra de mármol de makauba inspirada en el cielo de Madrid, situada en una de las entradas a los jardines de Sabatini).
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Plaza de Espana
Plaza de España
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El protagonista de la renovada Plaza de España es el peatón, que tiene a su disposición una enorme plaza central donde se halla el célebre Monumento a Cervantes. El tráfico rodado ha desaparecido (desviado al subsuelo mediante un gran túnel de más de un kilómetro que une la calle de Bailén con la de Ferraz) y la plaza es el punto ideal para iniciar un paseo inolvidable por gran parte de los atractivos turísticos de Madrid. Andando... o en bici, ya que la nueva plaza cuenta con dos grandes carriles bici: el eje norte-sur que une las calles Bailén y Ferraz, y el eje este-oeste, que conecta la Cuesta de San Vicente con la Gran Vía. Y a estas dos rutas se suma una tercera que discurre entre Princesa y Ferraz. o podrás dejar de fijarte en dos edificios imponentes: la Torre de Madrid, que durante unos años fue el rascacielos de hormigón más alto del mundo, y el Edificio España. La plaza -y sus alrededores- cuenta además con tres bellas fuentes (dos ya existentes -la del Monumento de Cervantes y la de la Fuente de la Concha o del Nacimiento del Agua, trasladada ahora enfrente de la Iglesia de Santa Teresa y San José- y una de nueva creación, la Fuente del Cielo, una obra de mármol de makauba inspirada en el cielo de Madrid, situada en una de las entradas a los jardines de Sabatini).
La zona comprendida entre la Puerta del Sol y la Gran Vía y sus alrededores es, sin duda, el eje sobre el que gira la vida turística, cultural y lúdica madrileña. Esta área suele ser punto de partida o rúbrica de cualquier ruta turística por la ciudad, y en su defecto, es punto de paso obligado para cualquier visitante que quiera sentir los latidos del corazón de Madrid. La Puerta del Sol fue en siglo XV la que situaba los límites orientales de la ciudad. Tras su expansión hacia el este fue convirtiéndose en el centro neurálgico de la vida madrileña. Es punto de encuentro para visitantes y madrileños que concretan sus citas ya sea en el Kilómetro 0, en la estatua del oso y el madroño, en la estatua ecuestre de Carlos III o en la reproducción de la Mariblanca. Cada 31 de diciembre se reúnen aquí miles de personas para saludar al nuevo año al son de las doce campanadas de su reloj. Más joven es la Gran Vía, nació en 1910, pero en poco más de cien años se ha convertido en bandera de la ciudad. Acoge cines, teatros, grandes superficies comerciales y algunas de las tiendas más selectas de la capital, así como edificios singulares, entre los que destacan el Metrópolis y el Carrión, el Edificio Telefónica o el Real Oratorio del Caballero de Gracia. Recientemente luce un nuevo aspecto, con más vegetación y un mobiliario urbano innovador, si bien los cambios más importantes residen en la circulación. La nueva Gran Vía está más libre de coches y contaminación y es más amigable hacia el peatón. Se han creado nuevos pasos de peatones y se han ampliado las aceras, por lo que vas a poder disfrutar de más espacio durante tus paseos por esta arteria principal. Además, en el tramo entre las plazas de España y de Callao se ha creado un carril bici independiente del resto de los vehículos, en sentido subida. La zona también cuenta con la recientemente reformada estación de metro de Gran Vía cuya entrada es una réplica del templete que el arquitecto Antonio Palacios construyó a comienzos del siglo XX y que sirvió de acceso a la primera línea de la nueva red metropolitana de Madrid, la Norte – Sur.
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Calle Gran Vía
Calle Gran Vía
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La zona comprendida entre la Puerta del Sol y la Gran Vía y sus alrededores es, sin duda, el eje sobre el que gira la vida turística, cultural y lúdica madrileña. Esta área suele ser punto de partida o rúbrica de cualquier ruta turística por la ciudad, y en su defecto, es punto de paso obligado para cualquier visitante que quiera sentir los latidos del corazón de Madrid. La Puerta del Sol fue en siglo XV la que situaba los límites orientales de la ciudad. Tras su expansión hacia el este fue convirtiéndose en el centro neurálgico de la vida madrileña. Es punto de encuentro para visitantes y madrileños que concretan sus citas ya sea en el Kilómetro 0, en la estatua del oso y el madroño, en la estatua ecuestre de Carlos III o en la reproducción de la Mariblanca. Cada 31 de diciembre se reúnen aquí miles de personas para saludar al nuevo año al son de las doce campanadas de su reloj. Más joven es la Gran Vía, nació en 1910, pero en poco más de cien años se ha convertido en bandera de la ciudad. Acoge cines, teatros, grandes superficies comerciales y algunas de las tiendas más selectas de la capital, así como edificios singulares, entre los que destacan el Metrópolis y el Carrión, el Edificio Telefónica o el Real Oratorio del Caballero de Gracia. Recientemente luce un nuevo aspecto, con más vegetación y un mobiliario urbano innovador, si bien los cambios más importantes residen en la circulación. La nueva Gran Vía está más libre de coches y contaminación y es más amigable hacia el peatón. Se han creado nuevos pasos de peatones y se han ampliado las aceras, por lo que vas a poder disfrutar de más espacio durante tus paseos por esta arteria principal. Además, en el tramo entre las plazas de España y de Callao se ha creado un carril bici independiente del resto de los vehículos, en sentido subida. La zona también cuenta con la recientemente reformada estación de metro de Gran Vía cuya entrada es una réplica del templete que el arquitecto Antonio Palacios construyó a comienzos del siglo XX y que sirvió de acceso a la primera línea de la nueva red metropolitana de Madrid, la Norte – Sur.
Como Llegar: Metro: Ópera (L2, L5, R), Plaza de España (L2, L3, L10) Autobús: 3, 25, 39, 46, 62, 75, 138, 148, C1, C2, SE712, N16, N18, N19, N20 Horarios Palacio: Horario de invierno (octubre a marzo): Lun - sáb:10:00 - 18:00 h (último acceso a las 17:00 h) Dom y fest: 10:00 - 16:00 (último acceso a las 15:00 h) Horario de verano (abril a septiembre): Lun - sáb: 10:00 - 19:00 h (último acceso a las 18:00 h) Dom y fest: 10:00 - 16:00 (último acceso a las 15:00 h) Jardines: Lun - dom y fest: 10:00 - 18:00 h Real Cocina del Palacio Real: Mismo horario que el Palacio. Morada regia desde Carlos III hasta Alfonso XIII, el Palacio Real de Madrid nos propone un viaje por la Historia de España. Aunque no está habitado por los actuales monarcas, el recinto, gestionado por Patrimonio Nacional, es la residencia oficial de los reyes. Ahora además puedes visitar su fantástica Real Cocina, el ejemplo más destacado, conservado hasta nuestros días, de cocinas históricas de las residencias reales europeas​. Mucho antes de que Madrid fuera capital de España, el emir Mohamed I construyó en Magerit (nombre árabe de la ciudad) una alcazaba para defender Toledo del avance de los cristianos. Dicha edificación fue utilizada de forma eventual por los reyes de Castilla hasta que en el siglo XIV se transformó en lo que se conocerá como Antiguo Alcázar. Carlos I y su hijo Felipe II convirtieron la fortaleza en residencia permanente de los monarcas. Pero en el año 1734 un incendio arrasó el edificio y sobre sus restos Felipe V mandó construir el palacio actual. Aunque en primer lugar se lo encarga a Filippo Juvara, será su discípulo, Juan Bautista Sachetti, quien se ocupe de realizar los planos definitivos tras la muerte del primero. Transcurren diecisiete años desde que se pone la primera piedra, en 1738, hasta que se terminan las obras encargadas por Felipe V. Será Carlos III -conocido con el sobrenombre de "el rey alcalde" por la gran cantidad de reformas e iniciativas que desarrolló en la ciudad-, el primer monarca que viva en el palacio y quien se ocupe de completar la decoración. Sus sucesores, Carlos IV - a quien se debe la creación del Salón de Espejos- y Fernando VII, añadieron al conjunto objetos de carácter decorativo, como relojes, muebles, arañas o candelabros. El edificio se inspira en los bocetos realizados por Bernini para la construcción del Louvre de París. Se articula en torno a un patio cuadrado y cuenta con una galería y una Plaza de Armas, donde se sitúa la fachada principal del palacio. Tanto la decoración de cada sala, como su distribución han ido cambiando a lo largo de los años, adaptándose a las necesidades de sus reales inquilinos. Entre las más de 3000 estancias del Palacio Real de Madrid destacan la Escalera Principal, diseñada por Sabatini y con más de 70 peldaños; El Salón del Trono, con un techo pintado por Tiépolo; El Salón de Alabarderos, el salón de baile que Carlos III reconvirtió en Sala de Guardias; el Salón Gasparini, con una profusa decoración a base de elementos vegetales y recientemente sometido a trabajos de conservación preventiva; la Real Farmacia -que conserva armarios para las plantas medicinales, recipientes de cerámica, frascos de la fábrica de La Granja e incluso las recetas que se dispensaban a la Familia Real-; y la Capilla Real, a la que pertenece una colección de instrumentos de cuerda fabricada por el mítico Antonio Stradivari.
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The Royal Armoury of Madrid
s/n Calle de Bailén
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Como Llegar: Metro: Ópera (L2, L5, R), Plaza de España (L2, L3, L10) Autobús: 3, 25, 39, 46, 62, 75, 138, 148, C1, C2, SE712, N16, N18, N19, N20 Horarios Palacio: Horario de invierno (octubre a marzo): Lun - sáb:10:00 - 18:00 h (último acceso a las 17:00 h) Dom y fest: 10:00 - 16:00 (último acceso a las 15:00 h) Horario de verano (abril a septiembre): Lun - sáb: 10:00 - 19:00 h (último acceso a las 18:00 h) Dom y fest: 10:00 - 16:00 (último acceso a las 15:00 h) Jardines: Lun - dom y fest: 10:00 - 18:00 h Real Cocina del Palacio Real: Mismo horario que el Palacio. Morada regia desde Carlos III hasta Alfonso XIII, el Palacio Real de Madrid nos propone un viaje por la Historia de España. Aunque no está habitado por los actuales monarcas, el recinto, gestionado por Patrimonio Nacional, es la residencia oficial de los reyes. Ahora además puedes visitar su fantástica Real Cocina, el ejemplo más destacado, conservado hasta nuestros días, de cocinas históricas de las residencias reales europeas​. Mucho antes de que Madrid fuera capital de España, el emir Mohamed I construyó en Magerit (nombre árabe de la ciudad) una alcazaba para defender Toledo del avance de los cristianos. Dicha edificación fue utilizada de forma eventual por los reyes de Castilla hasta que en el siglo XIV se transformó en lo que se conocerá como Antiguo Alcázar. Carlos I y su hijo Felipe II convirtieron la fortaleza en residencia permanente de los monarcas. Pero en el año 1734 un incendio arrasó el edificio y sobre sus restos Felipe V mandó construir el palacio actual. Aunque en primer lugar se lo encarga a Filippo Juvara, será su discípulo, Juan Bautista Sachetti, quien se ocupe de realizar los planos definitivos tras la muerte del primero. Transcurren diecisiete años desde que se pone la primera piedra, en 1738, hasta que se terminan las obras encargadas por Felipe V. Será Carlos III -conocido con el sobrenombre de "el rey alcalde" por la gran cantidad de reformas e iniciativas que desarrolló en la ciudad-, el primer monarca que viva en el palacio y quien se ocupe de completar la decoración. Sus sucesores, Carlos IV - a quien se debe la creación del Salón de Espejos- y Fernando VII, añadieron al conjunto objetos de carácter decorativo, como relojes, muebles, arañas o candelabros. El edificio se inspira en los bocetos realizados por Bernini para la construcción del Louvre de París. Se articula en torno a un patio cuadrado y cuenta con una galería y una Plaza de Armas, donde se sitúa la fachada principal del palacio. Tanto la decoración de cada sala, como su distribución han ido cambiando a lo largo de los años, adaptándose a las necesidades de sus reales inquilinos. Entre las más de 3000 estancias del Palacio Real de Madrid destacan la Escalera Principal, diseñada por Sabatini y con más de 70 peldaños; El Salón del Trono, con un techo pintado por Tiépolo; El Salón de Alabarderos, el salón de baile que Carlos III reconvirtió en Sala de Guardias; el Salón Gasparini, con una profusa decoración a base de elementos vegetales y recientemente sometido a trabajos de conservación preventiva; la Real Farmacia -que conserva armarios para las plantas medicinales, recipientes de cerámica, frascos de la fábrica de La Granja e incluso las recetas que se dispensaban a la Familia Real-; y la Capilla Real, a la que pertenece una colección de instrumentos de cuerda fabricada por el mítico Antonio Stradivari.
Como Llegar a la Plaza Mayor Metro :Ópera (L2, L5, R), Sol (L1, L2, L3), Tirso de Molina (L1) Autobús : 002, 17, 18, 23, 31, 35, 50, 65 Esta plaza porticada es el corazón del Madrid de los Austrias, el casco viejo de la ciudad y el punto de partida ideal para una visita a uno de los barrios con más encanto. Antes de que Madrid fuese una ciudad de grandes avenidas y bulevares, su mapa lo conformaban pequeñas calles y pasadizos, que hoy nos trasladan a tiempos de espadachines y pícaros. La Plaza Mayor empezó a cimentarse sobre el solar de la antigua Plaza del Arrabal, donde se encontraba el mercado más popular de la villa a finales del siglo XV, cuando se trasladó la corte de Felipe II a Madrid. En 1617 se encarga al arquitecto Juan Gómez de Mora establecer uniformidad a los edificios de este lugar, que durante siglos ha acogido festejos populares, corridas de toros, beatificaciones, coronaciones y también algún auto de fe. La Casa de la Panadería La Casa de la Panadería fue construida por Diego Sillero alrededor de 1590, pero del edificio inicial sólo se conserva el sótano y la planta baja. No obstante, es el modelo que copian el resto de edificios de la plaza. Entre las numerosas funciones que ha tenido destacan el de Tahona Principal de la Villa, que fijaba el precio del pan para que los más necesitados pudieran adquirirlo, aposentos reales, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Academia de la Historia. En la actualidad es la sede del Centro de Turismo de Madrid. La decoración que podemos contemplar en la fachada no ha sido igual a lo largo de los años, debido a las reformas y rehabilitaciones. Las pinturas murales que cubren hoy el edificio son obra de Carlos Franco, en la que se distinguen figuras mitológicas relacionadas con la historia de Madrid, como la diosa Cibeles. El Arco de Cuchilleros Los incendios, sin embargo, han cambiado la fisionomía de la plaza en varias ocasiones. El más devastador fue el de 1790, que permitió la reconstrucción llevada a cabo por el arquitecto Juan de Villanueva, quien redujo en dos alturas las fachadas, cerró la plaza en sus esquinas y levantó nueve arcos de acceso. Dada su monumentalidad, el más conocido de todos es el de Cuchilleros, cuya escalinata salva un acusado desnivel. Los pintorescos edificios de esta calle llaman la atención por su elevada altura e inclinación de las fachadas, a modo de contrafuertes. Su nombre se debe a que aquí se ubicaban los talleres de cuchilleros que proveían de instrumental a los carniceros de la Plaza Mayor, donde se encuentra la Casa de la Carnicería, que fue el depósito general de carnes. En la actualidad, la Casa de la Carnicería acoge el Pestana Plaza Mayor, un hotel de lujo de 4 estrellas perteneciente al grupo Pestana Hotel Group. La estatua de Felipe III Esta escultura ecuestre es una de las obras de arte de mayor valor ubicada en las calles de Madrid. Diseñada por Giambologna y terminada por Pietro Tacca en 1616, durante siglos custodió el acceso a la Casa de Campo, pero la reina Isabel II se la prestó en 1848 a la ciudad, que decidió colocarla en la Plaza Mayor. Sólo durante las dos repúblicas la escultura ha vuelto a emigrar de esta plaza, tal vez la más emblemática de Madrid.
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Plaza Mayor
Plaza Mayor
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Como Llegar a la Plaza Mayor Metro :Ópera (L2, L5, R), Sol (L1, L2, L3), Tirso de Molina (L1) Autobús : 002, 17, 18, 23, 31, 35, 50, 65 Esta plaza porticada es el corazón del Madrid de los Austrias, el casco viejo de la ciudad y el punto de partida ideal para una visita a uno de los barrios con más encanto. Antes de que Madrid fuese una ciudad de grandes avenidas y bulevares, su mapa lo conformaban pequeñas calles y pasadizos, que hoy nos trasladan a tiempos de espadachines y pícaros. La Plaza Mayor empezó a cimentarse sobre el solar de la antigua Plaza del Arrabal, donde se encontraba el mercado más popular de la villa a finales del siglo XV, cuando se trasladó la corte de Felipe II a Madrid. En 1617 se encarga al arquitecto Juan Gómez de Mora establecer uniformidad a los edificios de este lugar, que durante siglos ha acogido festejos populares, corridas de toros, beatificaciones, coronaciones y también algún auto de fe. La Casa de la Panadería La Casa de la Panadería fue construida por Diego Sillero alrededor de 1590, pero del edificio inicial sólo se conserva el sótano y la planta baja. No obstante, es el modelo que copian el resto de edificios de la plaza. Entre las numerosas funciones que ha tenido destacan el de Tahona Principal de la Villa, que fijaba el precio del pan para que los más necesitados pudieran adquirirlo, aposentos reales, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Academia de la Historia. En la actualidad es la sede del Centro de Turismo de Madrid. La decoración que podemos contemplar en la fachada no ha sido igual a lo largo de los años, debido a las reformas y rehabilitaciones. Las pinturas murales que cubren hoy el edificio son obra de Carlos Franco, en la que se distinguen figuras mitológicas relacionadas con la historia de Madrid, como la diosa Cibeles. El Arco de Cuchilleros Los incendios, sin embargo, han cambiado la fisionomía de la plaza en varias ocasiones. El más devastador fue el de 1790, que permitió la reconstrucción llevada a cabo por el arquitecto Juan de Villanueva, quien redujo en dos alturas las fachadas, cerró la plaza en sus esquinas y levantó nueve arcos de acceso. Dada su monumentalidad, el más conocido de todos es el de Cuchilleros, cuya escalinata salva un acusado desnivel. Los pintorescos edificios de esta calle llaman la atención por su elevada altura e inclinación de las fachadas, a modo de contrafuertes. Su nombre se debe a que aquí se ubicaban los talleres de cuchilleros que proveían de instrumental a los carniceros de la Plaza Mayor, donde se encuentra la Casa de la Carnicería, que fue el depósito general de carnes. En la actualidad, la Casa de la Carnicería acoge el Pestana Plaza Mayor, un hotel de lujo de 4 estrellas perteneciente al grupo Pestana Hotel Group. La estatua de Felipe III Esta escultura ecuestre es una de las obras de arte de mayor valor ubicada en las calles de Madrid. Diseñada por Giambologna y terminada por Pietro Tacca en 1616, durante siglos custodió el acceso a la Casa de Campo, pero la reina Isabel II se la prestó en 1848 a la ciudad, que decidió colocarla en la Plaza Mayor. Sólo durante las dos repúblicas la escultura ha vuelto a emigrar de esta plaza, tal vez la más emblemática de Madrid.
Como Llegar: Metro: Sol (L1, L2, L3) Céntrica y bulliciosa, la plaza de la Puerta del Sol es uno de los emblemas de Madrid. Lugar de encuentro de madrileños y visita obligada para todos los turistas, en ella confluyen varias de las calles históricas y más transitadas de la ciudad, como Mayor, Arenal, Alcalá o Preciados. La plaza, de forma semicircular y peatonal desde agosto de 2020, concentra varios de los elementos más representativos de esta urbe. Uno de ellos, es el famoso reloj de la Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, que cada 31 de diciembre marca las doce campanadas del nuevo año ante una multitud que se congrega a sus pies, para tomarse las doce uvas tradicionales en una ceremonia que se retransmite por televisión a millones de españoles. En el mismo lugar, junto al emblemático reloj, se encuentra en el suelo la placa del Kilómetro Cero, que señala el origen del kilometraje de las diferentes carreteras radiales nacionales que parten de Madrid y junto a la cual tantos turistas españoles se fotografían cada día. La Puerta del Sol alberga también la estatua del Oso y el Madroño, muy querida por los madrileños y popular punto de encuentro que representa los elementos del escudo de la ciudad. En el lado opuesto, a la entrada de la calle Arenal, se encuentra la estatua de la Mariblanca, réplica del original del siglo XVII que en su origen coronó una fuente ubicada en el mismo emplazamiento y que hoy es custodiada en la Casa de la Villa. Y muy próxima a ella, en el centro de la plaza, se sitúa la estatua ecuestre de Carlos III, rey que en el siglo XVIII modernizó Madrid con una serie de mejoras en las infraestructuras de la ciudad. Una zona peatonalizada Desde el 20 de agosto de 2020, la Puerta del Sol está peatonalizada por completo. Junto a la plaza, son también peatonales la calle Mayor a su paso por la Puerta del Sol; la calle Alcalá, entre Sevilla y la Puerta del Sol; la Carrera de San Jerónimo, entre la plaza de Canalejas y Sol; la calle Espoz y Mina, entre la calle de la Cruz y la Carrera de San Jerónimo; y la calle de la Victoria, entre la calle de la Cruz y la Carrera de San Jerónimo. La calle de Esparteros cambia el sentido de su dirección. La nueva Puerta del Sol En marzo de 2022 comienza la remodelación de la Puerta del Sol con el objetivo de convertirla en un espacio más ordenado, equilibrado y definitivamente peatonal. El pabellón de acceso a Cercanías será sustituido por un recinto de vidrio con forma oval que permitirá una visión total del espacio La reordenación de los elementos incluye el cambio de posición de las estatuas del Oso y el Madroño y la Mariblanca Una fuente con forma oval sustituirá a las dos fuentes actuales y acogerá en su interior la estatua ecuestre de Carlos III Los quioscos serán agrupados en ambos extremos de la plaza mediante nuevos pabellones de vidrio con forma de racimo de unidades circulares pegadas unas a otras Además de la propia Puerta del Sol, la remodelación afectará también a la calles que convergen en la plaza
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Puerta del Sol
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Como Llegar: Metro: Sol (L1, L2, L3) Céntrica y bulliciosa, la plaza de la Puerta del Sol es uno de los emblemas de Madrid. Lugar de encuentro de madrileños y visita obligada para todos los turistas, en ella confluyen varias de las calles históricas y más transitadas de la ciudad, como Mayor, Arenal, Alcalá o Preciados. La plaza, de forma semicircular y peatonal desde agosto de 2020, concentra varios de los elementos más representativos de esta urbe. Uno de ellos, es el famoso reloj de la Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, que cada 31 de diciembre marca las doce campanadas del nuevo año ante una multitud que se congrega a sus pies, para tomarse las doce uvas tradicionales en una ceremonia que se retransmite por televisión a millones de españoles. En el mismo lugar, junto al emblemático reloj, se encuentra en el suelo la placa del Kilómetro Cero, que señala el origen del kilometraje de las diferentes carreteras radiales nacionales que parten de Madrid y junto a la cual tantos turistas españoles se fotografían cada día. La Puerta del Sol alberga también la estatua del Oso y el Madroño, muy querida por los madrileños y popular punto de encuentro que representa los elementos del escudo de la ciudad. En el lado opuesto, a la entrada de la calle Arenal, se encuentra la estatua de la Mariblanca, réplica del original del siglo XVII que en su origen coronó una fuente ubicada en el mismo emplazamiento y que hoy es custodiada en la Casa de la Villa. Y muy próxima a ella, en el centro de la plaza, se sitúa la estatua ecuestre de Carlos III, rey que en el siglo XVIII modernizó Madrid con una serie de mejoras en las infraestructuras de la ciudad. Una zona peatonalizada Desde el 20 de agosto de 2020, la Puerta del Sol está peatonalizada por completo. Junto a la plaza, son también peatonales la calle Mayor a su paso por la Puerta del Sol; la calle Alcalá, entre Sevilla y la Puerta del Sol; la Carrera de San Jerónimo, entre la plaza de Canalejas y Sol; la calle Espoz y Mina, entre la calle de la Cruz y la Carrera de San Jerónimo; y la calle de la Victoria, entre la calle de la Cruz y la Carrera de San Jerónimo. La calle de Esparteros cambia el sentido de su dirección. La nueva Puerta del Sol En marzo de 2022 comienza la remodelación de la Puerta del Sol con el objetivo de convertirla en un espacio más ordenado, equilibrado y definitivamente peatonal. El pabellón de acceso a Cercanías será sustituido por un recinto de vidrio con forma oval que permitirá una visión total del espacio La reordenación de los elementos incluye el cambio de posición de las estatuas del Oso y el Madroño y la Mariblanca Una fuente con forma oval sustituirá a las dos fuentes actuales y acogerá en su interior la estatua ecuestre de Carlos III Los quioscos serán agrupados en ambos extremos de la plaza mediante nuevos pabellones de vidrio con forma de racimo de unidades circulares pegadas unas a otras Además de la propia Puerta del Sol, la remodelación afectará también a la calles que convergen en la plaza
La Fuente de Cibeles, construida en 1782, es uno de los símbolos de la ciudad. Se encuentra situada en el centro de la plaza a la que da nombre y está rodeada por los edificios del Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Palacio de Linares (Casa de América), Palacio de Cibeles (antes sede de Correos y actualmente del Ayuntamiento de Madrid) y Banco de España. La fuente representa a la diosa romana Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por dos leones, los personajes mitológicos Hipómenes y Atalanta. La diosa y los leones fueron esculpidos en mármol y el resto en piedra. La escultura de la diosa es obra de Francisco Gutiérrez. Los dos leones fueron esculpidos por el francés Roberto Michel. La fuente no sólo era un monumento artístico, sino que tuvo desde el principio una utilidad para los madrileños. Tenía dos caños de agua que se mantuvieron abiertos hasta 1862. De uno se surtían los aguadores oficiales, que llevaban el agua hasta las casas y, del otro, se abastecía el público general. Del pilón bebían las caballerías. La diosa también es un icono para los seguidores del equipo de fútbol Real Madrid, ya que en ella se celebran los títulos del equipo madrileño, al igual que los éxitos de la selección española de fútbol.
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Cibeles Fountain
S/N Plaza Cibeles
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La Fuente de Cibeles, construida en 1782, es uno de los símbolos de la ciudad. Se encuentra situada en el centro de la plaza a la que da nombre y está rodeada por los edificios del Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Palacio de Linares (Casa de América), Palacio de Cibeles (antes sede de Correos y actualmente del Ayuntamiento de Madrid) y Banco de España. La fuente representa a la diosa romana Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por dos leones, los personajes mitológicos Hipómenes y Atalanta. La diosa y los leones fueron esculpidos en mármol y el resto en piedra. La escultura de la diosa es obra de Francisco Gutiérrez. Los dos leones fueron esculpidos por el francés Roberto Michel. La fuente no sólo era un monumento artístico, sino que tuvo desde el principio una utilidad para los madrileños. Tenía dos caños de agua que se mantuvieron abiertos hasta 1862. De uno se surtían los aguadores oficiales, que llevaban el agua hasta las casas y, del otro, se abastecía el público general. Del pilón bebían las caballerías. La diosa también es un icono para los seguidores del equipo de fútbol Real Madrid, ya que en ella se celebran los títulos del equipo madrileño, al igual que los éxitos de la selección española de fútbol.
Situada en el centro de la Plaza de la Independencia, la Puerta de Alcalá es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad, construida por mandato de Carlos III para sustituir otra anterior que databa del siglo XVI. Esta puerta monumental, inaugurada en 1778, se encuentra al lado del Parque del Retiro y en ella confluyen calles tan destacadas como Alcalá, Alfonso XII o Serrano, y constituye uno de los iconos turísticos de Madrid. Diseñada por Francesco Sabatini, se trata de un arco de triunfo de granito de estilo neoclásico, el primero construido en Europa tras la caída del Imperio romano, precursor de otros conocidos como el Arco de Triunfo de París o la Puerta de Brandeburgo de Berlín. A diferencia de la Puerta de Toledo o la de San Vicente, cuenta con cinco vanos en lugar de los tres habituales. Las dos fachadas de las que está compuesta la Puerta de Alcalá muestran decoraciones diferentes, resultando más sencilla la cara interior (inicialmente la que daba a la ciudad, en la que figuran las cuatro virtudes: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza) que la exterior, presidida por el escudo real y con mayor riqueza decorativa, que era la que veían aquellos que entraban a Madrid. Recibe su nombre por estar situada junto al camino que conducía a Alcalá de Henares.
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Alcala Gate
s/n Plaza de la Independencia
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Situada en el centro de la Plaza de la Independencia, la Puerta de Alcalá es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad, construida por mandato de Carlos III para sustituir otra anterior que databa del siglo XVI. Esta puerta monumental, inaugurada en 1778, se encuentra al lado del Parque del Retiro y en ella confluyen calles tan destacadas como Alcalá, Alfonso XII o Serrano, y constituye uno de los iconos turísticos de Madrid. Diseñada por Francesco Sabatini, se trata de un arco de triunfo de granito de estilo neoclásico, el primero construido en Europa tras la caída del Imperio romano, precursor de otros conocidos como el Arco de Triunfo de París o la Puerta de Brandeburgo de Berlín. A diferencia de la Puerta de Toledo o la de San Vicente, cuenta con cinco vanos en lugar de los tres habituales. Las dos fachadas de las que está compuesta la Puerta de Alcalá muestran decoraciones diferentes, resultando más sencilla la cara interior (inicialmente la que daba a la ciudad, en la que figuran las cuatro virtudes: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza) que la exterior, presidida por el escudo real y con mayor riqueza decorativa, que era la que veían aquellos que entraban a Madrid. Recibe su nombre por estar situada junto al camino que conducía a Alcalá de Henares.
Si quieres presumir de conocer bien Madrid, tienes que pasar una mañana de domingo en El Rastro, el mercadillo más popular y castizo de Madrid. Te faltará tiempo para recorrerlo todo, pero descubrirás el sabor de lo auténtico paseando por sus calles, desde la plaza de Cascorro hasta la calle de Embajadores, pasando por la Ribera de Curtidores y calles y plazas adyacentes, con su amplio catálogo de tiendas curiosas, acogedoras y enigmáticas. El Rastro, considerado Patrimonio Cultural del Pueblo de Madrid, se celebra desde hace más de 250 años de 09:00 a 15:00 h todos los domingos y festivos, en la zona que antiguamente ocupaban las curtidurías vecinas al Matadero. Dicen que su nombre procede precisamente del rastro que dejaban las reses muertas durante el traslado del Matadero a las tenerías o curtidurías, para procesar las pieles frescas de los animales y transformarlas en tejidos de cuero. Así que lo mejor es que ahora te dejes llevar por las emociones y te dejes sorprender, disfrutes del ambiente y de los más de 3000 puestos que se instalan en el barrio y descubras los rincones más auténticos del Rastro, los que tienen más solera. Te damos 10 claves para orientarte por el Rastro y encontrar algunos espacios clásicos: La Ribera de Curtidores La Ribera de Curtidores es la gran arteria del Rastro. Es una gran avenida en pendiente que está repleta, a ambos lados, de puestos comerciales. Aquí puedes encontrar de todo: ropa nueva y usada, enchufes y aparatos eléctricos, zapatos, bisutería, libros, discos, artesanía, muebles, lámparas, curtidos, cámaras fotográficas, etc. Galerías de la zona No puedes dejar de echar un vistazo a las Galerías Piquer (Ribera de Curtidores, 29), lugar donde transcurre una parte importante de la serie Arde Madrid y donde puedes encontrar desde lienzos originales, muebles art decò u objetos de decoración modernistas, y a las Nuevas Galerías (Antigüedades El Jueves) (Ribera de Curtidores, 12), porque aquí se concentran los mejores anticuarios de la zona y, casi casi, de Madrid. Calle de Fray Ceferino González Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas. Calle de San Cayetano Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional. Plaza del Campillo Nuevo La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos. Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana… También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento. Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica. Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas. Artistas callejeros Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós. Comer y beber El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza. Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico... Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie). También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3). Calle de Fray Ceferino González Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas. Calle de San Cayetano Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional. Plaza del Campillo Nuevo La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos. Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana… También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento. Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica. Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas. Artistas callejeros Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós. Comer y beber El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza. Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico... Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie). También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3). Calle de Fray Ceferino González Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas. Calle de San Cayetano Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional. Plaza del Campillo Nuevo La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos. Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana… También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento. Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica. Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas. Artistas callejeros Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós. Comer y beber El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza. Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico... Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie). También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3). Cómo llegar La mejor forma de llegar al Rastro es en autobús o en el metro. Puedes optar por las estaciones de La Latina o Tirso de Molina, si quieres comenzar la ruta desde la plaza de Cascorro, o por la estación de Embajadores (que también tiene estación de Cercanías), en el caso de que prefieras subir la pendiente de este tradicional mercado. Si quieres aprovechar para contemplar una de las viejas puertas de entrada a Madrid, bájate en la parada de Metro de Puerta de Toledo.
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El Rastro station
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Si quieres presumir de conocer bien Madrid, tienes que pasar una mañana de domingo en El Rastro, el mercadillo más popular y castizo de Madrid. Te faltará tiempo para recorrerlo todo, pero descubrirás el sabor de lo auténtico paseando por sus calles, desde la plaza de Cascorro hasta la calle de Embajadores, pasando por la Ribera de Curtidores y calles y plazas adyacentes, con su amplio catálogo de tiendas curiosas, acogedoras y enigmáticas. El Rastro, considerado Patrimonio Cultural del Pueblo de Madrid, se celebra desde hace más de 250 años de 09:00 a 15:00 h todos los domingos y festivos, en la zona que antiguamente ocupaban las curtidurías vecinas al Matadero. Dicen que su nombre procede precisamente del rastro que dejaban las reses muertas durante el traslado del Matadero a las tenerías o curtidurías, para procesar las pieles frescas de los animales y transformarlas en tejidos de cuero. Así que lo mejor es que ahora te dejes llevar por las emociones y te dejes sorprender, disfrutes del ambiente y de los más de 3000 puestos que se instalan en el barrio y descubras los rincones más auténticos del Rastro, los que tienen más solera. Te damos 10 claves para orientarte por el Rastro y encontrar algunos espacios clásicos: La Ribera de Curtidores La Ribera de Curtidores es la gran arteria del Rastro. Es una gran avenida en pendiente que está repleta, a ambos lados, de puestos comerciales. Aquí puedes encontrar de todo: ropa nueva y usada, enchufes y aparatos eléctricos, zapatos, bisutería, libros, discos, artesanía, muebles, lámparas, curtidos, cámaras fotográficas, etc. Galerías de la zona No puedes dejar de echar un vistazo a las Galerías Piquer (Ribera de Curtidores, 29), lugar donde transcurre una parte importante de la serie Arde Madrid y donde puedes encontrar desde lienzos originales, muebles art decò u objetos de decoración modernistas, y a las Nuevas Galerías (Antigüedades El Jueves) (Ribera de Curtidores, 12), porque aquí se concentran los mejores anticuarios de la zona y, casi casi, de Madrid. Calle de Fray Ceferino González Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas. Calle de San Cayetano Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional. Plaza del Campillo Nuevo La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos. Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana… También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento. Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica. Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas. Artistas callejeros Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós. Comer y beber El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza. Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico... Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie). También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3). Calle de Fray Ceferino González Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas. Calle de San Cayetano Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional. Plaza del Campillo Nuevo La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos. Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana… También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento. Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica. Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas. Artistas callejeros Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós. Comer y beber El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza. Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico... Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie). También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3). Calle de Fray Ceferino González Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas. Calle de San Cayetano Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional. Plaza del Campillo Nuevo La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos. Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana… También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento. Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica. Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas. Artistas callejeros Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós. Comer y beber El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza. Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico... Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie). También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3). Cómo llegar La mejor forma de llegar al Rastro es en autobús o en el metro. Puedes optar por las estaciones de La Latina o Tirso de Molina, si quieres comenzar la ruta desde la plaza de Cascorro, o por la estación de Embajadores (que también tiene estación de Cercanías), en el caso de que prefieras subir la pendiente de este tradicional mercado. Si quieres aprovechar para contemplar una de las viejas puertas de entrada a Madrid, bájate en la parada de Metro de Puerta de Toledo.

Parques para Pasear

Como Llegar: En Metro: Línea 1 - Estación de Atocha / Estación del Arte Línea 9 - Estación de Ibiza Línea 2 - Estación de Retiro En AutoBus: 001, 1, 2, 5, 9, 10, 14, 15, 20, 26, 27, 28, 34, 37, 45, 51, 52, 53, 63, 74, 146, 150, 152, 203, C1, C2, C03, E1, N1, N2, N3, N4, N6, N7, N9, N10, N11, N12, N15, N16, N17, N18, N19, N20, N21, N22, N24, N26, N27 Con 125 hectáreas y más de 15 000 árboles, el parque de El Retiro es un remanso verde en el centro de Madrid. Especial atención merecen algunos de sus jardines: el jardín de Vivaces, los jardines de Cecilio Rodríguez (jardines clasicistas con aires andaluces), los jardines del Arquitecto Herrero Palacios, la Rosaleda (colección de rosas) y el Parterre Francés con el ahuehuete, el árbol más antiguo de Madrid, del que se dice que podría tener alrededor de 400 años. Desde el 25 de julio de 2021, es reconocido, junto al Paseo del Prado, como Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Retiro es uno de los sitios favoritos, por turistas y hogareños, para ir a pasear y para practicar deportes, sobre todo, el running y el patinaje. Si vas con niños, puedes disfrutar con ellos de una de las muchas áreas de juego del parque. El Centro deportivo Municipal La Chopera, la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías​, el Centro Cultural Casa de Vacas o el recién rehabilitado entorno del Observatorio Meteorológico (uno de los vestigios históricos del parque que alberga un Reservado, el jardín isabelino del Castillo del Telégrafo y el Baño de la Elefanta) son otros de los lugares a tener en cuenta durante este recorrido por el Retiro. Y si te apasiona la botánica, no dejes de visitar el ahuehuete, quizás el árbol más antiguo de Madrid. Se dice que está allí desde 1630 y se trata de una especie muy exótica que tiene la particularidad de que no pierde las hojas todos los años, sino sólo algunos. Se cuenta que durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, fue uno de los pocos ejemplares que se salvó entonces en el parque, tomado por los franceses como cuartel general. Al parecer los soldados de Napoleón decidieron instalar entre las ramas del enorme árbol un cañón, y desde allí disparaban.
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El Retiro Park
7 Plaza de la Independencia
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Como Llegar: En Metro: Línea 1 - Estación de Atocha / Estación del Arte Línea 9 - Estación de Ibiza Línea 2 - Estación de Retiro En AutoBus: 001, 1, 2, 5, 9, 10, 14, 15, 20, 26, 27, 28, 34, 37, 45, 51, 52, 53, 63, 74, 146, 150, 152, 203, C1, C2, C03, E1, N1, N2, N3, N4, N6, N7, N9, N10, N11, N12, N15, N16, N17, N18, N19, N20, N21, N22, N24, N26, N27 Con 125 hectáreas y más de 15 000 árboles, el parque de El Retiro es un remanso verde en el centro de Madrid. Especial atención merecen algunos de sus jardines: el jardín de Vivaces, los jardines de Cecilio Rodríguez (jardines clasicistas con aires andaluces), los jardines del Arquitecto Herrero Palacios, la Rosaleda (colección de rosas) y el Parterre Francés con el ahuehuete, el árbol más antiguo de Madrid, del que se dice que podría tener alrededor de 400 años. Desde el 25 de julio de 2021, es reconocido, junto al Paseo del Prado, como Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Retiro es uno de los sitios favoritos, por turistas y hogareños, para ir a pasear y para practicar deportes, sobre todo, el running y el patinaje. Si vas con niños, puedes disfrutar con ellos de una de las muchas áreas de juego del parque. El Centro deportivo Municipal La Chopera, la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías​, el Centro Cultural Casa de Vacas o el recién rehabilitado entorno del Observatorio Meteorológico (uno de los vestigios históricos del parque que alberga un Reservado, el jardín isabelino del Castillo del Telégrafo y el Baño de la Elefanta) son otros de los lugares a tener en cuenta durante este recorrido por el Retiro. Y si te apasiona la botánica, no dejes de visitar el ahuehuete, quizás el árbol más antiguo de Madrid. Se dice que está allí desde 1630 y se trata de una especie muy exótica que tiene la particularidad de que no pierde las hojas todos los años, sino sólo algunos. Se cuenta que durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, fue uno de los pocos ejemplares que se salvó entonces en el parque, tomado por los franceses como cuartel general. Al parecer los soldados de Napoleón decidieron instalar entre las ramas del enorme árbol un cañón, y desde allí disparaban.
Como Llegar: Metro: Batán (L10), Casa de Campo (L5, L10), Lago (L10), Puerta del Ángel (L6) Autobús: 3, 25, 31, 33, 36, 39, 41, 46, 62, 65, 75, 138, 148, C1, C2, N16, N18, N19, N20, SE730 Horarios Abierto todo el año para peatones. Cerrado al tráfico privado. Los accesos del Zoo, Parque de Atracciones, Paseo de Extremadura y zona del Lago se cierran de 01:00 - 06:00 h. Sus 1535,52 hectáreas convierten este espacio natural en el mayor parque público de Madrid. La historia de la Casa de Campo comenzó con la decisión de Felipe II de trasladar la Corte a Madrid y residir en ella. El rey formó una finca que unía el Palacio con el cazadero de El Pardo y alrededor de este núcleo se fueron agregando fincas de labor y campos comprados a los colindantes. Con la llegada de la Segunda República (1931) el espacio fue cedido al pueblo de Madrid que desde entonces lo ha convertido en su parque preferido. Con Fernando VI este sitio se declaró Bosque Real. Dada la finalidad cinegética y campestre de la finca y la proximidad de Palacio, la primitiva casa de campo de los Vargas se amplió para acoger los aposentos reales para estos menesteres. Carlos III le dio un nuevo rumbo introduciendo ganadería y agricultura entre sus fines, que serían continuados por la Reina María Cristina. Tras la proclamación de la Segunda República, fue cedida por el Estado al pueblo de Madrid (1 de mayo de 1931), estando desde entonces abierta al público. Durante la guerra civil fue frente de batallas y bombardeos que afectaron a sus construcciones antiguas e hicieron aparecer nuevas construcciones militares, que aún se pueden ver. En 2010, fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico. Sus 1535,52 hectáreas convierten este espacio natural en el mayor parque público de Madrid. La historia de la Casa de Campo comenzó con la decisión de Felipe II de trasladar la Corte a Madrid y residir en ella. El rey formó una finca que unía el Palacio con el cazadero de El Pardo y alrededor de este núcleo se fueron agregando fincas de labor y campos comprados a los colindantes. Con la llegada de la Segunda República (1931) el espacio fue cedido al pueblo de Madrid que desde entonces lo ha convertido en su parque preferido. Con Fernando VI este sitio se declaró Bosque Real. Dada la finalidad cinegética y campestre de la finca y la proximidad de Palacio, la primitiva casa de campo de los Vargas se amplió para acoger los aposentos reales para estos menesteres. Carlos III le dio un nuevo rumbo introduciendo ganadería y agricultura entre sus fines, que serían continuados por la Reina María Cristina. Tras la proclamación de la Segunda República, fue cedida por el Estado al pueblo de Madrid (1 de mayo de 1931), estando desde entonces abierta al público. Durante la guerra civil fue frente de batallas y bombardeos que afectaron a sus construcciones antiguas e hicieron aparecer nuevas construcciones militares, que aún se pueden ver. En 2010, fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico.
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Casa de Campo
1 P.º de la Prta del Ángel
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Como Llegar: Metro: Batán (L10), Casa de Campo (L5, L10), Lago (L10), Puerta del Ángel (L6) Autobús: 3, 25, 31, 33, 36, 39, 41, 46, 62, 65, 75, 138, 148, C1, C2, N16, N18, N19, N20, SE730 Horarios Abierto todo el año para peatones. Cerrado al tráfico privado. Los accesos del Zoo, Parque de Atracciones, Paseo de Extremadura y zona del Lago se cierran de 01:00 - 06:00 h. Sus 1535,52 hectáreas convierten este espacio natural en el mayor parque público de Madrid. La historia de la Casa de Campo comenzó con la decisión de Felipe II de trasladar la Corte a Madrid y residir en ella. El rey formó una finca que unía el Palacio con el cazadero de El Pardo y alrededor de este núcleo se fueron agregando fincas de labor y campos comprados a los colindantes. Con la llegada de la Segunda República (1931) el espacio fue cedido al pueblo de Madrid que desde entonces lo ha convertido en su parque preferido. Con Fernando VI este sitio se declaró Bosque Real. Dada la finalidad cinegética y campestre de la finca y la proximidad de Palacio, la primitiva casa de campo de los Vargas se amplió para acoger los aposentos reales para estos menesteres. Carlos III le dio un nuevo rumbo introduciendo ganadería y agricultura entre sus fines, que serían continuados por la Reina María Cristina. Tras la proclamación de la Segunda República, fue cedida por el Estado al pueblo de Madrid (1 de mayo de 1931), estando desde entonces abierta al público. Durante la guerra civil fue frente de batallas y bombardeos que afectaron a sus construcciones antiguas e hicieron aparecer nuevas construcciones militares, que aún se pueden ver. En 2010, fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico. Sus 1535,52 hectáreas convierten este espacio natural en el mayor parque público de Madrid. La historia de la Casa de Campo comenzó con la decisión de Felipe II de trasladar la Corte a Madrid y residir en ella. El rey formó una finca que unía el Palacio con el cazadero de El Pardo y alrededor de este núcleo se fueron agregando fincas de labor y campos comprados a los colindantes. Con la llegada de la Segunda República (1931) el espacio fue cedido al pueblo de Madrid que desde entonces lo ha convertido en su parque preferido. Con Fernando VI este sitio se declaró Bosque Real. Dada la finalidad cinegética y campestre de la finca y la proximidad de Palacio, la primitiva casa de campo de los Vargas se amplió para acoger los aposentos reales para estos menesteres. Carlos III le dio un nuevo rumbo introduciendo ganadería y agricultura entre sus fines, que serían continuados por la Reina María Cristina. Tras la proclamación de la Segunda República, fue cedida por el Estado al pueblo de Madrid (1 de mayo de 1931), estando desde entonces abierta al público. Durante la guerra civil fue frente de batallas y bombardeos que afectaron a sus construcciones antiguas e hicieron aparecer nuevas construcciones militares, que aún se pueden ver. En 2010, fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico.
Como Llegar: Desde nuestra casa esta a 12 minutos andando Metro : Almendrales (L3), Legazpi (L3, L6), Marqués de Vadillo (L5), Pirámides (L5), Príncipe Pío (L6, L10, R), Puerta del Ángel (L6), Usera (L6) Autobus: 6, 8, 17, 18, 19, 22, 23, 25, 31, 33, 34, 35, 36, 39, 41, 45, 46, 47, 50, 59, 62, 65, 75, 76, 78, 79, 85, 86, 116, 118, 119, 123, 138, 148, 156, 180, 247, C1, C2, SE730, T32, N12, N14, N15, N16, N18, N19, N20, N26 Madrid Río es un enorme enclave lúdico y cultural paralelo al río Manzanares, que, gracias a su renaturalización, ha vuelto a contar con una fauna sorprendente.​ Monumentos históricos e instalaciones de ocio y cultura al lado del cauce de un río que ha recuperado su biodiversidad a pasos agigantados. Desde el punto de vista lúdico el nuevo ordenamiento de la ribera del Manzanares ofrece un marco extraordinario para pasar un buen rato en familia. Los niños se lo pasan en grande en las 17 áreas de juegos infantiles que podemos encontrar a lo largo del Salón de Pinos, todas ellas con columpios fabricados con materiales sostenibles y naturales como la madera y la cuerda de cáñamo, que forman telas de araña, hamacas, puentes colgantes o lianas para trepar. Cada zona tiene características diferentes según edades, por ello hay zonas habilitadas para niños de corta edad y otras para más mayores que se basan en la habilidad, el equilibrio y la fuerza. Lo que sin duda pone de acuerdo a todos, niños y mayores, es la Playa de Madrid Río, formada por tres recintos acuáticos ovalados con chorros de agua ideales para refrescarse en verano, rodeados de una amplia zona de descanso con hamacas (fuentes en funcionamiento en el verano de 2022 de 11:00 a 21:00 h) Una gran oferta cultural y de ocio Pero también se trata de un espacio donde los adultos podrán disfrutar de una gran oferta cultural con circuitos biosaludables, pistas de petanca, mesas de juegos y un Centro de Interpretación del Río Manzanares. Desde todas las actividades culturales (exposiciones, festivales musicales, obras de teatro...) que se llevan a cabo en Matadero Madrid, pasando por los puentes de nueva –y bella- construcción, como el puente monumental de Arganzuela o puente de Perrault. Cabe destacar el restaurante Café Naves, diseñado por la arquitecta Paula López Barba y decorado por los diseñadores británicos Morag Myerscough & Luke Morgan. Forma parte del conjunto de espacios para las artes escénicas de Naves del Español en Matadero y alberga un café restaurante y un escenario para actuaciones a modo de café-teatro. En Madrid Río está también la Explanada del Puente del Rey, donde la selección española de fútbol celebró su victoria en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010. Y si el plan del día es ir de compras, no dejes de visitar el imponente Centro Comercial Plaza Río 2. Siguiendo el curso del Manzanares, Madrid Río desemboca, a su paso entre Usera y Vallecas, en el Parque Lineal del Manzanares, una zona de paseo y ocio diseñada por el arquitecto Ricardo Bofill, construida en 2003, en la que se pueden encontrar parques infantiles, zonas verdes, un anfiteatro, dos miradores (uno de ellos coronado por la escultura La Dama del Manzanares, de Manuel Valdés) y la Caja Mágica, el Centro de Tenis de Alto Rendimiento, diseñada por Dominique Perrault.
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Madrid Río Park
14 P.º de la Ermita del Santo
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Como Llegar: Desde nuestra casa esta a 12 minutos andando Metro : Almendrales (L3), Legazpi (L3, L6), Marqués de Vadillo (L5), Pirámides (L5), Príncipe Pío (L6, L10, R), Puerta del Ángel (L6), Usera (L6) Autobus: 6, 8, 17, 18, 19, 22, 23, 25, 31, 33, 34, 35, 36, 39, 41, 45, 46, 47, 50, 59, 62, 65, 75, 76, 78, 79, 85, 86, 116, 118, 119, 123, 138, 148, 156, 180, 247, C1, C2, SE730, T32, N12, N14, N15, N16, N18, N19, N20, N26 Madrid Río es un enorme enclave lúdico y cultural paralelo al río Manzanares, que, gracias a su renaturalización, ha vuelto a contar con una fauna sorprendente.​ Monumentos históricos e instalaciones de ocio y cultura al lado del cauce de un río que ha recuperado su biodiversidad a pasos agigantados. Desde el punto de vista lúdico el nuevo ordenamiento de la ribera del Manzanares ofrece un marco extraordinario para pasar un buen rato en familia. Los niños se lo pasan en grande en las 17 áreas de juegos infantiles que podemos encontrar a lo largo del Salón de Pinos, todas ellas con columpios fabricados con materiales sostenibles y naturales como la madera y la cuerda de cáñamo, que forman telas de araña, hamacas, puentes colgantes o lianas para trepar. Cada zona tiene características diferentes según edades, por ello hay zonas habilitadas para niños de corta edad y otras para más mayores que se basan en la habilidad, el equilibrio y la fuerza. Lo que sin duda pone de acuerdo a todos, niños y mayores, es la Playa de Madrid Río, formada por tres recintos acuáticos ovalados con chorros de agua ideales para refrescarse en verano, rodeados de una amplia zona de descanso con hamacas (fuentes en funcionamiento en el verano de 2022 de 11:00 a 21:00 h) Una gran oferta cultural y de ocio Pero también se trata de un espacio donde los adultos podrán disfrutar de una gran oferta cultural con circuitos biosaludables, pistas de petanca, mesas de juegos y un Centro de Interpretación del Río Manzanares. Desde todas las actividades culturales (exposiciones, festivales musicales, obras de teatro...) que se llevan a cabo en Matadero Madrid, pasando por los puentes de nueva –y bella- construcción, como el puente monumental de Arganzuela o puente de Perrault. Cabe destacar el restaurante Café Naves, diseñado por la arquitecta Paula López Barba y decorado por los diseñadores británicos Morag Myerscough & Luke Morgan. Forma parte del conjunto de espacios para las artes escénicas de Naves del Español en Matadero y alberga un café restaurante y un escenario para actuaciones a modo de café-teatro. En Madrid Río está también la Explanada del Puente del Rey, donde la selección española de fútbol celebró su victoria en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010. Y si el plan del día es ir de compras, no dejes de visitar el imponente Centro Comercial Plaza Río 2. Siguiendo el curso del Manzanares, Madrid Río desemboca, a su paso entre Usera y Vallecas, en el Parque Lineal del Manzanares, una zona de paseo y ocio diseñada por el arquitecto Ricardo Bofill, construida en 2003, en la que se pueden encontrar parques infantiles, zonas verdes, un anfiteatro, dos miradores (uno de ellos coronado por la escultura La Dama del Manzanares, de Manuel Valdés) y la Caja Mágica, el Centro de Tenis de Alto Rendimiento, diseñada por Dominique Perrault.

Gastronomía

La zona de La Latina se sitúa en pleno centro de Madrid, colindante con otras zonas de gran interés turístico como Austrias, Sol-Gran Vía, Lavapiés y Madrid Río. Sus calles, de origen medieval, tienen en su mayoría trazados, irregulares, estrechos y sinuosos que dan a parar a plazas. Muchas de estas vías estaban situadas fuera de las murallas que delimitaban la ciudadela, es decir, eran los arrabales del antiguo Madrid medieval y servían de hospedaje para muchos comerciantes que llegaban a la ciudad a vender sus mercancías. Esta tradición comercial ha dado nombre a muchas de sus calles y plazas como la plaza de la Cebada, donde se celebraba antiguamente el mercado de abastos, la plaza de los Carros, la plaza de la Paja o el mismo Rastro, el mercado al aire libre más famoso de la ciudad. Debe su nombre a la escritora y humanista Beatriz Galindo, popularmente conocida como La Latina, uno de los personajes más relevantes del siglo XV. Fue preceptora de la reina Isabel La Católica y sus hijos. Fundó junto a su marido un antiguo hospital situado en la calle de Toledo, junto a la plaza de la Cebada y que recibió el nombre de Hospital de La Latina.
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Teatro La Latina
2 Pl. de la Cebada
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La zona de La Latina se sitúa en pleno centro de Madrid, colindante con otras zonas de gran interés turístico como Austrias, Sol-Gran Vía, Lavapiés y Madrid Río. Sus calles, de origen medieval, tienen en su mayoría trazados, irregulares, estrechos y sinuosos que dan a parar a plazas. Muchas de estas vías estaban situadas fuera de las murallas que delimitaban la ciudadela, es decir, eran los arrabales del antiguo Madrid medieval y servían de hospedaje para muchos comerciantes que llegaban a la ciudad a vender sus mercancías. Esta tradición comercial ha dado nombre a muchas de sus calles y plazas como la plaza de la Cebada, donde se celebraba antiguamente el mercado de abastos, la plaza de los Carros, la plaza de la Paja o el mismo Rastro, el mercado al aire libre más famoso de la ciudad. Debe su nombre a la escritora y humanista Beatriz Galindo, popularmente conocida como La Latina, uno de los personajes más relevantes del siglo XV. Fue preceptora de la reina Isabel La Católica y sus hijos. Fundó junto a su marido un antiguo hospital situado en la calle de Toledo, junto a la plaza de la Cebada y que recibió el nombre de Hospital de La Latina.
Esta taberna forma parte de la historia de Madrid desde finales del siglo XIX, cuando se llamaba Casa Baliñas. En 1923 pasó a manos de los hermanos Pablo y Ciriaco Muñoz Sanz, quien le dio su nombre actual. Por su comedor han pasado todo tipo de personajes ilustres y famosos, desde el escritor Valle - Inclán o el dibujante Antonio Mingote (que diseñó el sello de la casa) hasta la Familia Real española. Tras renovarse el verano de 2018, con cambio de propietarios incluido, Casa Ciriaco mantiene su carta tradicional y casera, con platos históricos como la gallina en pepitoria o el cocido madrileño. El local tiene una entrada con una zona de barra donde degustar sus tapas, un primer comedor en el que se sirven tapas y platos de barra, con espacio para 40 comensales. En el comedor, preparado para 120 personas, y decorado con cuadros de la época, recortes de prensa y fotos de artistas dedicadas, se puede disfrutar de su cocina centenaria.
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Casa Ciriaco
5 C. del Marqués del Riscal
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Esta taberna forma parte de la historia de Madrid desde finales del siglo XIX, cuando se llamaba Casa Baliñas. En 1923 pasó a manos de los hermanos Pablo y Ciriaco Muñoz Sanz, quien le dio su nombre actual. Por su comedor han pasado todo tipo de personajes ilustres y famosos, desde el escritor Valle - Inclán o el dibujante Antonio Mingote (que diseñó el sello de la casa) hasta la Familia Real española. Tras renovarse el verano de 2018, con cambio de propietarios incluido, Casa Ciriaco mantiene su carta tradicional y casera, con platos históricos como la gallina en pepitoria o el cocido madrileño. El local tiene una entrada con una zona de barra donde degustar sus tapas, un primer comedor en el que se sirven tapas y platos de barra, con espacio para 40 comensales. En el comedor, preparado para 120 personas, y decorado con cuadros de la época, recortes de prensa y fotos de artistas dedicadas, se puede disfrutar de su cocina centenaria.
Fundado en 1725 por Cándido Remis, sobrino de la esposa del cocinero francés Jean Botín (cuyo negocio se encontraba también en los alrededores de la Plaza Mayor), el libro Guinness de los Récords lo reconoce como el restaurante más antiguo del mundo. La larga historia de Botín se refleja en obras de escritores como Galdós (Fortunata y Jacinta, Misericordia), Hemingway (Fiesta), Graham Greene (Monseñor Quijote), Gómez de la Serna (en sus Greguerías) o, actualmente, María Dueñas (El tiempo entre costuras). El restaurante ocupa las cuatro plantas del inmueble y conserva el ambiente de posada original, tanto que el horno de leña de la casa, que aún hoy sigue asando cochinillos y corderos al estilo castellano en la calle Cuchilleros, es el mismo que el de 1725. También dispone de una terraza en la calle. Actualmente, Botín (situado por la prestigiosa revista Forbes en el número 3 de la lista de los restaurantes clásicos del mundo) es regentado por la cuarta generacion de la familia González, sucesora de la familia fundadora.
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Sobrino de Botin
17 Calle de Cuchilleros
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Fundado en 1725 por Cándido Remis, sobrino de la esposa del cocinero francés Jean Botín (cuyo negocio se encontraba también en los alrededores de la Plaza Mayor), el libro Guinness de los Récords lo reconoce como el restaurante más antiguo del mundo. La larga historia de Botín se refleja en obras de escritores como Galdós (Fortunata y Jacinta, Misericordia), Hemingway (Fiesta), Graham Greene (Monseñor Quijote), Gómez de la Serna (en sus Greguerías) o, actualmente, María Dueñas (El tiempo entre costuras). El restaurante ocupa las cuatro plantas del inmueble y conserva el ambiente de posada original, tanto que el horno de leña de la casa, que aún hoy sigue asando cochinillos y corderos al estilo castellano en la calle Cuchilleros, es el mismo que el de 1725. También dispone de una terraza en la calle. Actualmente, Botín (situado por la prestigiosa revista Forbes en el número 3 de la lista de los restaurantes clásicos del mundo) es regentado por la cuarta generacion de la familia González, sucesora de la familia fundadora.
En el corazón del barrio de la La Latina, se encuentra este establecimiento centenario que comenzó siendo el único molino de harina de Madrid. En 1642, se transformó en la primera posada de la Corte, donde se daba comida y aposento a todos los viajeros que llegaban a Madrid. Cuando las casas de hospedaje comenzaron a decaer, esta posada también se vio afectada y amenazada de ruina. En 1980, fue rescatada y restaurada por Félix Colomo, quien la transformó en el restaurante actual, un horno de asar especializado en la cocina tradicional madrileña. La Posada se divide en tres plantas, con un aforo para 235 comensales. Entre sus salones dispone de varios privados para poder celebrar comidas de grupo. La decoración, elegante y sencilla, tiene en la madera su gran protagonista, así como en las vidrieras de las ventanas con el escudo de la posada. Su carta se compone de los platos más destacados de la gastronomía castellana y madrileña, siendo sus especialidades el cocido madrileño hecho en puchero y lumbre baja y los asados de cordero lechal en horno de leña. La Posada ha sido galardonada con múltiples premios y reconocimientos, siendo incluida en la Guía Michelin, el Gran Collar Gastronómico Internacional, el Premio Nacional de Gastronomía Tradicional o el Chaine des Rotisseurs, además de ser reconocida por el Ayuntamiento de Madrid como Comercio Centenario por excelencia empresarial al ciudadano.
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Posada Del Dragón
14 C. de la Cava Baja
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En el corazón del barrio de la La Latina, se encuentra este establecimiento centenario que comenzó siendo el único molino de harina de Madrid. En 1642, se transformó en la primera posada de la Corte, donde se daba comida y aposento a todos los viajeros que llegaban a Madrid. Cuando las casas de hospedaje comenzaron a decaer, esta posada también se vio afectada y amenazada de ruina. En 1980, fue rescatada y restaurada por Félix Colomo, quien la transformó en el restaurante actual, un horno de asar especializado en la cocina tradicional madrileña. La Posada se divide en tres plantas, con un aforo para 235 comensales. Entre sus salones dispone de varios privados para poder celebrar comidas de grupo. La decoración, elegante y sencilla, tiene en la madera su gran protagonista, así como en las vidrieras de las ventanas con el escudo de la posada. Su carta se compone de los platos más destacados de la gastronomía castellana y madrileña, siendo sus especialidades el cocido madrileño hecho en puchero y lumbre baja y los asados de cordero lechal en horno de leña. La Posada ha sido galardonada con múltiples premios y reconocimientos, siendo incluida en la Guía Michelin, el Gran Collar Gastronómico Internacional, el Premio Nacional de Gastronomía Tradicional o el Chaine des Rotisseurs, además de ser reconocida por el Ayuntamiento de Madrid como Comercio Centenario por excelencia empresarial al ciudadano.
La historia de esta taberna comienza en 1895, cuando Julián Díaz García, un migrante oriundo de Cuenca, abre en la calle de la Ruda una tienda de vinos y licores que comienza a hacerse popular en la zona de El Rastro por la simpatía que repartían él y su familia, y por la presencia de un mendigo que tocaba siempre a su puerta la guitarra, canturreando "tin, tin, malacatín". Gracias a él, comenzó a conocerse como Malacatín. En la década de 1950, una de las hijas de Julián continúa con la taberna y la registra oficialmente con el nombre de Malacatín. Desde entonces, deciden mejorar el negocio incorporando comidas de cocina casera, a precios populares y elaborados con buena materia prima. Un poco más tarde, añaden en su oferta gastronómica el cocido madrileño, de tres vuelcos y con productos de primera categoría. El éxito es inminente. Actualmente, Malacatín es regentado por la cuarta generación de esta familia, convertido en un templo de la mejor cocina madrileña, con el cocido como máximo exponente. La carta se compone de platos tradicionales madrileños, así como de un variado surtido de tapas y conservas. En la carta de vinos, dispone de una amplia selección de vinos españoles y referencias internacionales procedentes de Francia, Alemania, Italia y Marruecos. Además, cuenta con menús para grupos.
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Malacatín
5 C. de la Ruda
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La historia de esta taberna comienza en 1895, cuando Julián Díaz García, un migrante oriundo de Cuenca, abre en la calle de la Ruda una tienda de vinos y licores que comienza a hacerse popular en la zona de El Rastro por la simpatía que repartían él y su familia, y por la presencia de un mendigo que tocaba siempre a su puerta la guitarra, canturreando "tin, tin, malacatín". Gracias a él, comenzó a conocerse como Malacatín. En la década de 1950, una de las hijas de Julián continúa con la taberna y la registra oficialmente con el nombre de Malacatín. Desde entonces, deciden mejorar el negocio incorporando comidas de cocina casera, a precios populares y elaborados con buena materia prima. Un poco más tarde, añaden en su oferta gastronómica el cocido madrileño, de tres vuelcos y con productos de primera categoría. El éxito es inminente. Actualmente, Malacatín es regentado por la cuarta generación de esta familia, convertido en un templo de la mejor cocina madrileña, con el cocido como máximo exponente. La carta se compone de platos tradicionales madrileños, así como de un variado surtido de tapas y conservas. En la carta de vinos, dispone de una amplia selección de vinos españoles y referencias internacionales procedentes de Francia, Alemania, Italia y Marruecos. Además, cuenta con menús para grupos.

Arte y Cultura

Como Llegar: Metro: Banco de España (L2), Estación del Arte (L1) Autobús 34 (al 100 metros del piso en la parada del metro de General Ricardos), 37, 45, C03, E1, N9, N10, N11, N12, N13, N14, N15, N17, N25, N26 Horarios Lun - Sáb: 10:00 - 20:00 h. Dom y fest: 10:00 - 19:00 h. Cerrado: 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre. Días con horario reducido de apertura 6 de enero, 24 y 31 de diciembre, de 10:00 a 14:00 h Precio General: 15 €. Reducida: 7,50 € General + ejemplar guía oficial: 24 €. Entrada General 2 visitas en un año: 22 € Gratuita: todos los visitantes, de lunes - sábado: 18:00 - 20:00 h / domingos y festivos: 17:00 - 19:00 h. (Consultar otros beneficiarios de entrada gratuita en web oficial) Visita guiada a la Colección [en español (10:30h, 12:30h, 15:15h, 17:00h) e inglés (13:00 h) ]: Entrada + 10€ por persona (compra en taquilla) El Museo Nacional del Prado, que celebró en 2019 su bicentenario, preside uno de los itinerarios turísticos más visitados de la capital: el Paseo del Arte. Además de Las meninas de Velázquez y de Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya, en sus salas pueden verse obras maestras de las escuelas española, italiana y flamenca. El Prado cuenta con una valiosa colección de 8600 cuadros y más de 700 esculturas. Es recomendable consultar una guía y preparar la visita antes de entrar en el museo. Velázquez, Goya, El Greco, Sorolla... El Museo del Prado tiene la colección de pintura española más completa del mundo. El viaje puede comenzar en el siglo XI, delante de los murales mozárabes de la iglesia de San Baudelio de Berlanga. A continuación, las obras de Bartolomé Bermejo, Pedro Berruguete, Juan de Juanes o Luis de Morales trazan el arco que va de la pintura gótica hispano-flamenca al Renacimiento. Las salas dedicadas a El Greco conservan algunas de las pinturas más singulares del autor, como El caballero de la mano en el pecho o la Santísima Trinidad. El Siglo de Oro está ampliamente representado con obras de Ribera, Zurbarán y Murillo, que nos ayudan a comprender el contexto en el que surge la pintura de Velázquez, cuyas obras más importantes, como Las meninas o Las hilanderas, pueden verse en el museo. A caballo entre el siglo XVIII y el siglo XIX, las salas de Goya muestran desde los cartones que hizo para la Real Fábrica de Tapices a Las pinturas negras con las que el artista cubrió los muros de su casa, La Quinta del Sordo. También hay salas dedicadas a la pintura del siglo XIX, con obras de Fortuny, los Madrazo y Sorolla. Fra Angelico, Botticelli, Mantegna, Tiziano, Caravaggio... y el Bosco La pintura italiana es imprescindible para comprender el paso del arte medieval al Renacimiento y además resulta muy influyente en el arte barroco español. Del Quattrocento (siglo XV) destacan La Anunciación de Fra Angelico, el cofre con la historia de Nastagio degli Onesti de Botticelli, La dormición de la virgen de Mantegna y Cristo sostenido por un ángel de Antonello da Messina. Varias vírgenes de Rafael sirven para explicar el esplendor clasicista del Cinquecento (siglo XVI) y los cuadros de Tiziano, Tintoretto y Veronés, grandes personalidades de la escuela veneciana, son uno de los tesoros más preciados del Museo del Prado. Los diferentes caminos del arte barroco italiano están claramente representados con obras de Caravaggio, Guido Reni y Annibale Carracci. La escuela flamenca está muy bien representada debido a la relación política de la monarquía española con Flandes. En el Museo del Prado se encuentran desde obras muy significativas de los maestros primitivos flamencos, como El descendimiento de la cruz de Van der Weyden y el Jardín de las Delicias de El Bosco, coleccionadas obsesivamente por Felipe II, a las obras características del esplendor barroco de la corte de Bruselas, con Rubens, la familia Brueghel, Jordaens y Teniers encabezando la lista de los autores más abundantes en el Prado. La pintura francesa, holandesa y alemana también tienen presencia en las colecciones del museo. Durero, Claudio de Lorena, Rembrandt o Watteau son algunas de las firmas que no podemos obviar. Aunque menos conocidas, las salas dedicadas a la escultura y a las artes decorativas son de gran interés. Cabe destacar la estatuaria romana, el Tesoro del Delfín (una vajilla heredada por Felipe V) y las obras de los Leoni encargadas por Felipe II y Carlos V. Historia del Museo del Prado El 19 de noviembre de 1819 abría sus puertas por primera vez el Museo del Prado. Gracias al apoyo de María Isabel de Braganza, esposa de Fernando VII, el edificio que Juan de Villanueva había diseñado como Gabinete de Historia Natural acogía finalmente una parte importante de las colecciones reales. Con los años, donaciones particulares y compras fueron ampliando los fondos de la pinacoteca. Durante la Guerra Civil las obras de arte se protegieron de los posibles bombardeos con sacos de arena en la planta baja del museo. Finalmente, por recomendación de la Sociedad de Naciones la colección viajó primero a Valencia y luego a Ginebra, de donde tuvieron que regresar rápidamente a Madrid tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Nueva propuesta de exhibición de la pintura gótica del Prado Desde el 9 de marzo de 2022, el Museo del Prado presenta su colección de pintura gótica en las salas 51 A y 51 B del edificio Villanueva, tras haberse llevado a cabo una intensa actividad de investigación y recuperación de esta colección presentada de forma más amena para resultar atractiva a los visitantes
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Museo Del Prado station
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Como Llegar: Metro: Banco de España (L2), Estación del Arte (L1) Autobús 34 (al 100 metros del piso en la parada del metro de General Ricardos), 37, 45, C03, E1, N9, N10, N11, N12, N13, N14, N15, N17, N25, N26 Horarios Lun - Sáb: 10:00 - 20:00 h. Dom y fest: 10:00 - 19:00 h. Cerrado: 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre. Días con horario reducido de apertura 6 de enero, 24 y 31 de diciembre, de 10:00 a 14:00 h Precio General: 15 €. Reducida: 7,50 € General + ejemplar guía oficial: 24 €. Entrada General 2 visitas en un año: 22 € Gratuita: todos los visitantes, de lunes - sábado: 18:00 - 20:00 h / domingos y festivos: 17:00 - 19:00 h. (Consultar otros beneficiarios de entrada gratuita en web oficial) Visita guiada a la Colección [en español (10:30h, 12:30h, 15:15h, 17:00h) e inglés (13:00 h) ]: Entrada + 10€ por persona (compra en taquilla) El Museo Nacional del Prado, que celebró en 2019 su bicentenario, preside uno de los itinerarios turísticos más visitados de la capital: el Paseo del Arte. Además de Las meninas de Velázquez y de Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya, en sus salas pueden verse obras maestras de las escuelas española, italiana y flamenca. El Prado cuenta con una valiosa colección de 8600 cuadros y más de 700 esculturas. Es recomendable consultar una guía y preparar la visita antes de entrar en el museo. Velázquez, Goya, El Greco, Sorolla... El Museo del Prado tiene la colección de pintura española más completa del mundo. El viaje puede comenzar en el siglo XI, delante de los murales mozárabes de la iglesia de San Baudelio de Berlanga. A continuación, las obras de Bartolomé Bermejo, Pedro Berruguete, Juan de Juanes o Luis de Morales trazan el arco que va de la pintura gótica hispano-flamenca al Renacimiento. Las salas dedicadas a El Greco conservan algunas de las pinturas más singulares del autor, como El caballero de la mano en el pecho o la Santísima Trinidad. El Siglo de Oro está ampliamente representado con obras de Ribera, Zurbarán y Murillo, que nos ayudan a comprender el contexto en el que surge la pintura de Velázquez, cuyas obras más importantes, como Las meninas o Las hilanderas, pueden verse en el museo. A caballo entre el siglo XVIII y el siglo XIX, las salas de Goya muestran desde los cartones que hizo para la Real Fábrica de Tapices a Las pinturas negras con las que el artista cubrió los muros de su casa, La Quinta del Sordo. También hay salas dedicadas a la pintura del siglo XIX, con obras de Fortuny, los Madrazo y Sorolla. Fra Angelico, Botticelli, Mantegna, Tiziano, Caravaggio... y el Bosco La pintura italiana es imprescindible para comprender el paso del arte medieval al Renacimiento y además resulta muy influyente en el arte barroco español. Del Quattrocento (siglo XV) destacan La Anunciación de Fra Angelico, el cofre con la historia de Nastagio degli Onesti de Botticelli, La dormición de la virgen de Mantegna y Cristo sostenido por un ángel de Antonello da Messina. Varias vírgenes de Rafael sirven para explicar el esplendor clasicista del Cinquecento (siglo XVI) y los cuadros de Tiziano, Tintoretto y Veronés, grandes personalidades de la escuela veneciana, son uno de los tesoros más preciados del Museo del Prado. Los diferentes caminos del arte barroco italiano están claramente representados con obras de Caravaggio, Guido Reni y Annibale Carracci. La escuela flamenca está muy bien representada debido a la relación política de la monarquía española con Flandes. En el Museo del Prado se encuentran desde obras muy significativas de los maestros primitivos flamencos, como El descendimiento de la cruz de Van der Weyden y el Jardín de las Delicias de El Bosco, coleccionadas obsesivamente por Felipe II, a las obras características del esplendor barroco de la corte de Bruselas, con Rubens, la familia Brueghel, Jordaens y Teniers encabezando la lista de los autores más abundantes en el Prado. La pintura francesa, holandesa y alemana también tienen presencia en las colecciones del museo. Durero, Claudio de Lorena, Rembrandt o Watteau son algunas de las firmas que no podemos obviar. Aunque menos conocidas, las salas dedicadas a la escultura y a las artes decorativas son de gran interés. Cabe destacar la estatuaria romana, el Tesoro del Delfín (una vajilla heredada por Felipe V) y las obras de los Leoni encargadas por Felipe II y Carlos V. Historia del Museo del Prado El 19 de noviembre de 1819 abría sus puertas por primera vez el Museo del Prado. Gracias al apoyo de María Isabel de Braganza, esposa de Fernando VII, el edificio que Juan de Villanueva había diseñado como Gabinete de Historia Natural acogía finalmente una parte importante de las colecciones reales. Con los años, donaciones particulares y compras fueron ampliando los fondos de la pinacoteca. Durante la Guerra Civil las obras de arte se protegieron de los posibles bombardeos con sacos de arena en la planta baja del museo. Finalmente, por recomendación de la Sociedad de Naciones la colección viajó primero a Valencia y luego a Ginebra, de donde tuvieron que regresar rápidamente a Madrid tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Nueva propuesta de exhibición de la pintura gótica del Prado Desde el 9 de marzo de 2022, el Museo del Prado presenta su colección de pintura gótica en las salas 51 A y 51 B del edificio Villanueva, tras haberse llevado a cabo una intensa actividad de investigación y recuperación de esta colección presentada de forma más amena para resultar atractiva a los visitantes
Como Llegar: Metro : Estación del Arte (L1), Lavapiés (L3) Bus: 001, 6, 10, 14, 19, 26, 27, 32, 34, 36, 41, 45, 59, 85, 86, 102, 119, C1, C2, C03, E14, 37, 45, 51, 52, 53, 63, 74, 146, 150, 152, 203, C1, C2, C03, E1, N1, N2, N3, N4, N6, N7, N9, N10, N11, N12, N15, N16, N17, N18, N19, N20, N21, N22, N24, N26, N27 Horarios Sede Principal. Edificio Sabatini y Edificio Nouvel Lunes y Miér - Sáb: 10:00 - 21:00 h Domingo: 10:00 - 14:30 h Cerrado: 1 y 6 enero, 2 de mayo, 15 de mayo, 9 de noviembre, 24, 25 y 31 de diciembre Sede Retiro. Palacio de Velázquez y Palacio de Cristal: Enero - Febrero: 10:00 - 18:00 h Marzo: 10:00 - 19:00 h Abril - Septiembre: 10:00 - 22:00 h Octubre: 10:00 - 19:00 h Noviembre - Diciembre: 10:00 - 18:00 h 24 y 31 Diciembre: 11:00 - 17:00 h Cerrado: 1 y 6 enero, 1 de mayo, 25 diciembre Precio Entrada general. Visita a Colección y exposiciones temporales (taquilla y online): 12 € Entrada individual general válida para dos visitas (taquilla y online): 18€ Entrada combinada. Visita Colección, exposiciones temporales y audioguía (taquilla): 16,50 € Entrada gratuita: todos los visitantes del Museo de lunes a sábado, excepto el martes, de 19:00 a 21:00 h y domingos de 12:30 a 14:30 h; 18 abril y 6 diciembre Tarjeta Paseo del Arte (Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía): Tarifa única: 32 € Tarjeta Anual de los Museos Estatales: Tarifa única 36,06 € Sede Parque Retiro. Palacio de Velázquez y Palacio de Cristal: entrada gratuita En uno de los vértices del Paseo del Arte, se encuentra el Museo Reina Sofía, en el que se atesora una importante colección de arte moderno y contemporáneo español, de reconocido valor internacional. En él se reunen obras de Dalí, Miró y Juan Gris, además de la obra pictórica estrella del museo, El Guernica, uno de los cuadros más importantes del pintor y escultor malagueño, Pablo Picasso, que recuerda el dolor de las víctimas del bombardeo de Guernica el 27 de abril de 1937, sucedido durante la guerra civil española. Nueva colección. Vasos comunicantes. 1881-2021. Desde el 27 de noviembre de 2021 el Museo presenta la nueva disposición de su Colección Permanente, fruto de muchos años de investigación, del trabajo de prácticamente todos los departamentos del centro y de la incorporación de cientos de obras a través de donaciones, depósitos y compras. Esta reorganización ofrece un conjunto de alrededor de 2000 obras, agrupadas en diferentes espacios de los edificios Sabatini y Nouvel. La propuesta supone una relectura integral, que afecta a la Colección al completo incluyendo el arte más reciente desde los ochenta hasta hoy. En esta nueva presentación se busca ofrecer narrativas y experiencias que, sin ser exhaustivas ni categóricas, hablan del momento presente mediante el estudio crítico del pasado común. En esta ocasión no habrá una sucesión cronológica de los acontecimientos y obras sino que se harán patentes las relaciones y genealogías que desde el presente podemos tejer y desvelar. Se proponen, de este modo, ocho episodios temáticos que se abren a temporalidades flexibles y a enfoques interdisciplinares, y que pueden vincularse entre sí generando a su vez nuevos relatos
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Librería La Central del Museo Reina Sofía
2 Rda. de Atocha
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Como Llegar: Metro : Estación del Arte (L1), Lavapiés (L3) Bus: 001, 6, 10, 14, 19, 26, 27, 32, 34, 36, 41, 45, 59, 85, 86, 102, 119, C1, C2, C03, E14, 37, 45, 51, 52, 53, 63, 74, 146, 150, 152, 203, C1, C2, C03, E1, N1, N2, N3, N4, N6, N7, N9, N10, N11, N12, N15, N16, N17, N18, N19, N20, N21, N22, N24, N26, N27 Horarios Sede Principal. Edificio Sabatini y Edificio Nouvel Lunes y Miér - Sáb: 10:00 - 21:00 h Domingo: 10:00 - 14:30 h Cerrado: 1 y 6 enero, 2 de mayo, 15 de mayo, 9 de noviembre, 24, 25 y 31 de diciembre Sede Retiro. Palacio de Velázquez y Palacio de Cristal: Enero - Febrero: 10:00 - 18:00 h Marzo: 10:00 - 19:00 h Abril - Septiembre: 10:00 - 22:00 h Octubre: 10:00 - 19:00 h Noviembre - Diciembre: 10:00 - 18:00 h 24 y 31 Diciembre: 11:00 - 17:00 h Cerrado: 1 y 6 enero, 1 de mayo, 25 diciembre Precio Entrada general. Visita a Colección y exposiciones temporales (taquilla y online): 12 € Entrada individual general válida para dos visitas (taquilla y online): 18€ Entrada combinada. Visita Colección, exposiciones temporales y audioguía (taquilla): 16,50 € Entrada gratuita: todos los visitantes del Museo de lunes a sábado, excepto el martes, de 19:00 a 21:00 h y domingos de 12:30 a 14:30 h; 18 abril y 6 diciembre Tarjeta Paseo del Arte (Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía): Tarifa única: 32 € Tarjeta Anual de los Museos Estatales: Tarifa única 36,06 € Sede Parque Retiro. Palacio de Velázquez y Palacio de Cristal: entrada gratuita En uno de los vértices del Paseo del Arte, se encuentra el Museo Reina Sofía, en el que se atesora una importante colección de arte moderno y contemporáneo español, de reconocido valor internacional. En él se reunen obras de Dalí, Miró y Juan Gris, además de la obra pictórica estrella del museo, El Guernica, uno de los cuadros más importantes del pintor y escultor malagueño, Pablo Picasso, que recuerda el dolor de las víctimas del bombardeo de Guernica el 27 de abril de 1937, sucedido durante la guerra civil española. Nueva colección. Vasos comunicantes. 1881-2021. Desde el 27 de noviembre de 2021 el Museo presenta la nueva disposición de su Colección Permanente, fruto de muchos años de investigación, del trabajo de prácticamente todos los departamentos del centro y de la incorporación de cientos de obras a través de donaciones, depósitos y compras. Esta reorganización ofrece un conjunto de alrededor de 2000 obras, agrupadas en diferentes espacios de los edificios Sabatini y Nouvel. La propuesta supone una relectura integral, que afecta a la Colección al completo incluyendo el arte más reciente desde los ochenta hasta hoy. En esta nueva presentación se busca ofrecer narrativas y experiencias que, sin ser exhaustivas ni categóricas, hablan del momento presente mediante el estudio crítico del pasado común. En esta ocasión no habrá una sucesión cronológica de los acontecimientos y obras sino que se harán patentes las relaciones y genealogías que desde el presente podemos tejer y desvelar. Se proponen, de este modo, ocho episodios temáticos que se abren a temporalidades flexibles y a enfoques interdisciplinares, y que pueden vincularse entre sí generando a su vez nuevos relatos

Gastronomía con Estrellas Michelin

Dirección Avenida del Presidente Carmona, 2 La prestigiosa cocina Kabuki del chef Ricardo Sanz tiene sus comienzos en este restaurante, origen del grupo empresarial, que comenzó su andadura en junio de 2000. Desde su barra salieron los primeros platos que fusionaban la cocina japonesa y mediterránea, en su momento toda una novedad, lo que le hace ostentar hoy una estrella Michelin. Ricardo Sanz, que aprendió el oficio de sushiman en los restaurantes Tokio Taro y No-Do, supo aunar en sus creaciones lo mejor de las gastronomías mediterránea y japonesa, manteniendo una armonía entre tradición y novedad. Las especialidades en las que se basa Kabuki son sus platos de pescado y sushi, sin olvidar su trilogía de nigris (pez mantequilla con trufa, huevo de codorniz y hamburguesa), el usuzukuri de toro con pan tumaca, el tartar de toro o las costillas wagyu. Actualmente, el chef de este pequeño restaurante es Víctor Serrano, que sigue los pasos de su maestro en la barra de sushi. El local, próximo al Santiago Bernabéu, cuenta con una decoración minimalista y un jardín exterior que se puede disfrutar en la temporada estival.
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Kabuki Wellington
6 C. de Velázquez
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Dirección Avenida del Presidente Carmona, 2 La prestigiosa cocina Kabuki del chef Ricardo Sanz tiene sus comienzos en este restaurante, origen del grupo empresarial, que comenzó su andadura en junio de 2000. Desde su barra salieron los primeros platos que fusionaban la cocina japonesa y mediterránea, en su momento toda una novedad, lo que le hace ostentar hoy una estrella Michelin. Ricardo Sanz, que aprendió el oficio de sushiman en los restaurantes Tokio Taro y No-Do, supo aunar en sus creaciones lo mejor de las gastronomías mediterránea y japonesa, manteniendo una armonía entre tradición y novedad. Las especialidades en las que se basa Kabuki son sus platos de pescado y sushi, sin olvidar su trilogía de nigris (pez mantequilla con trufa, huevo de codorniz y hamburguesa), el usuzukuri de toro con pan tumaca, el tartar de toro o las costillas wagyu. Actualmente, el chef de este pequeño restaurante es Víctor Serrano, que sigue los pasos de su maestro en la barra de sushi. El local, próximo al Santiago Bernabéu, cuenta con una decoración minimalista y un jardín exterior que se puede disfrutar en la temporada estival.
Dirección Calle de Claudio Coello, 67 El chef catalán inició su andadura en Madrid con este restaurante gastronómico que continúa en su línea culinaria: cocina de vanguardia respetando las raíces del gusto. El restaurante, que ostenta dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, está ubicado en el jardín del exclusivo hotel Único, en el Barrio de Salamanca. Freixa basa su cocina en el producto y la excelencia, la autenticidad de los sabores llenos de referencias a la tradición pero bajo una óptica moderna y técnicas de vanguardia. Todo acompañado de una bodega con más de 450 referencias y un servicio de sala del máximo nivel: Gil Rovira se encarga del maridaje a medida de cada comensal. Su propuesta gastronómica se compone de tres menús: Temporalidad RFM (disponible de miércoles a viernes en almuerzos y miércoles y jueves en cenas, Decubriendo RFM y Universo Freixa. El restaurante, elegante y sofisticado, tiene capacidad para hasta 25 comensales distribuidos en siete amplias y cómodas mesas. Además, dispone también de dos espacios privados para 4 personas y una mesa imperial de 12 personas.
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Restaurante Ramón Freixa
67 Calle de Claudio Coello
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Dirección Calle de Claudio Coello, 67 El chef catalán inició su andadura en Madrid con este restaurante gastronómico que continúa en su línea culinaria: cocina de vanguardia respetando las raíces del gusto. El restaurante, que ostenta dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, está ubicado en el jardín del exclusivo hotel Único, en el Barrio de Salamanca. Freixa basa su cocina en el producto y la excelencia, la autenticidad de los sabores llenos de referencias a la tradición pero bajo una óptica moderna y técnicas de vanguardia. Todo acompañado de una bodega con más de 450 referencias y un servicio de sala del máximo nivel: Gil Rovira se encarga del maridaje a medida de cada comensal. Su propuesta gastronómica se compone de tres menús: Temporalidad RFM (disponible de miércoles a viernes en almuerzos y miércoles y jueves en cenas, Decubriendo RFM y Universo Freixa. El restaurante, elegante y sofisticado, tiene capacidad para hasta 25 comensales distribuidos en siete amplias y cómodas mesas. Además, dispone también de dos espacios privados para 4 personas y una mesa imperial de 12 personas.

De Tapas por Madrid

Esta antigua taberna fue fundada en 1860 en el número 12 de la calle Tetuán, en las inmediaciones de la Puerta del Sol. Su mayor reclamo lo constituyen las tapas, fundamentalmente de bacalao, en tajadas recién fritas y en croquetas, pero en su salón se puede disfrutar también del bacalao en otras elaboraciones, así como de platos típicos madrileños, como el rabo de toro o los callos, tapas variadas, entrantes y una cuidada selección de vinos. El local conserva su decoración original, con una fachada curva adaptada a la estructura del edificio y un curioso cartel de cristal con el rótulo del establecimiento. En su interior, además de su mostrador de zinc y las tradicionales mesas de mármol, el visitante puede recrear la vista en las pintadas y numerosos refranes que hacen alusión a la historia del local. Cuenta con dos salones, uno hace las veces de restaurante (actualmente cerrado), donde se come a la carta, y en el otro se pueden tomar raciones. Y es que este restaurante ha pasado a la historia de Madrid, entre otras cosas, porque en él fundó Pablo Iglesias, en la clandestinidad, el Partido Socialista Obrero Español, concretamente el 2 de mayo de 1879.
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Casa Labra
12 C. de Tetuán
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Esta antigua taberna fue fundada en 1860 en el número 12 de la calle Tetuán, en las inmediaciones de la Puerta del Sol. Su mayor reclamo lo constituyen las tapas, fundamentalmente de bacalao, en tajadas recién fritas y en croquetas, pero en su salón se puede disfrutar también del bacalao en otras elaboraciones, así como de platos típicos madrileños, como el rabo de toro o los callos, tapas variadas, entrantes y una cuidada selección de vinos. El local conserva su decoración original, con una fachada curva adaptada a la estructura del edificio y un curioso cartel de cristal con el rótulo del establecimiento. En su interior, además de su mostrador de zinc y las tradicionales mesas de mármol, el visitante puede recrear la vista en las pintadas y numerosos refranes que hacen alusión a la historia del local. Cuenta con dos salones, uno hace las veces de restaurante (actualmente cerrado), donde se come a la carta, y en el otro se pueden tomar raciones. Y es que este restaurante ha pasado a la historia de Madrid, entre otras cosas, porque en él fundó Pablo Iglesias, en la clandestinidad, el Partido Socialista Obrero Español, concretamente el 2 de mayo de 1879.
En 1892, Rafael Fernández abrió varias tabernas con el nombre de La Ardosa, en recuerdo del pueblo del mismo nombre de la provincia de Toledo. La de Malasaña conserva todavía elementos de su decoración original, como el rótulo de cristal grabado, el zócalo de azulejos y el ventilador. La Ardosa se ha convertido en un lugar único donde, durante estos años, han ido enseñando a muchos aficionados a degustar cerveza de forma diferente y a muchos camareros a darle importancia a la forma de servirla. Entre sus múltiples reconocimientos, cuenta con el grifo más antiguo de Guinnes, además de ser considerada la mejor cervecería Pilsen de España. Ofrecen una gran variedad de cervezas irlandesas a precios muy asequibles, vermouth de grifo, cervezas rubias, buenos vinos de la Ribera y de Rioja. Para picar ofrecen canapés variados, salmorejo, salazones, cecina de León o jamón de pato, pero, sobre todo, destaca su tortilla de patatas, la especialidad de la casa y una de las mejores de toda la ciudad. El grupo Ardosa cuenta también con Casa Baranda, en la calle Colón, 11, y el Bar Sidi, en la calle Colón, 15.
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Bodega de la Ardosa
13 C. de Colón
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En 1892, Rafael Fernández abrió varias tabernas con el nombre de La Ardosa, en recuerdo del pueblo del mismo nombre de la provincia de Toledo. La de Malasaña conserva todavía elementos de su decoración original, como el rótulo de cristal grabado, el zócalo de azulejos y el ventilador. La Ardosa se ha convertido en un lugar único donde, durante estos años, han ido enseñando a muchos aficionados a degustar cerveza de forma diferente y a muchos camareros a darle importancia a la forma de servirla. Entre sus múltiples reconocimientos, cuenta con el grifo más antiguo de Guinnes, además de ser considerada la mejor cervecería Pilsen de España. Ofrecen una gran variedad de cervezas irlandesas a precios muy asequibles, vermouth de grifo, cervezas rubias, buenos vinos de la Ribera y de Rioja. Para picar ofrecen canapés variados, salmorejo, salazones, cecina de León o jamón de pato, pero, sobre todo, destaca su tortilla de patatas, la especialidad de la casa y una de las mejores de toda la ciudad. El grupo Ardosa cuenta también con Casa Baranda, en la calle Colón, 11, y el Bar Sidi, en la calle Colón, 15.
En 1892, Rafael Fernández abrió varias tabernas con el nombre de La Ardosa, en recuerdo del pueblo del mismo nombre de la provincia de Toledo. La de Malasaña conserva todavía elementos de su decoración original, como el rótulo de cristal grabado, el zócalo de azulejos y el ventilador. La Ardosa se ha convertido en un lugar único donde, durante estos años, han ido enseñando a muchos aficionados a degustar cerveza de forma diferente y a muchos camareros a darle importancia a la forma de servirla. Entre sus múltiples reconocimientos, cuenta con el grifo más antiguo de Guinnes, además de ser considerada la mejor cervecería Pilsen de España. Ofrecen una gran variedad de cervezas irlandesas a precios muy asequibles, vermouth de grifo, cervezas rubias, buenos vinos de la Ribera y de Rioja. Para picar ofrecen canapés variados, salmorejo, salazones, cecina de León o jamón de pato, pero, sobre todo, destaca su tortilla de patatas, la especialidad de la casa y una de las mejores de toda la ciudad. El grupo Ardosa cuenta también con Casa Baranda, en la calle Colón, 11, y el Bar Sidi, en la calle Colón, 15.
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Lhardy
8 Carrera de S. Jerónimo
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En 1892, Rafael Fernández abrió varias tabernas con el nombre de La Ardosa, en recuerdo del pueblo del mismo nombre de la provincia de Toledo. La de Malasaña conserva todavía elementos de su decoración original, como el rótulo de cristal grabado, el zócalo de azulejos y el ventilador. La Ardosa se ha convertido en un lugar único donde, durante estos años, han ido enseñando a muchos aficionados a degustar cerveza de forma diferente y a muchos camareros a darle importancia a la forma de servirla. Entre sus múltiples reconocimientos, cuenta con el grifo más antiguo de Guinnes, además de ser considerada la mejor cervecería Pilsen de España. Ofrecen una gran variedad de cervezas irlandesas a precios muy asequibles, vermouth de grifo, cervezas rubias, buenos vinos de la Ribera y de Rioja. Para picar ofrecen canapés variados, salmorejo, salazones, cecina de León o jamón de pato, pero, sobre todo, destaca su tortilla de patatas, la especialidad de la casa y una de las mejores de toda la ciudad. El grupo Ardosa cuenta también con Casa Baranda, en la calle Colón, 11, y el Bar Sidi, en la calle Colón, 15.
Esta concurrida taberna de Malasaña, que fue fundada en 1921 y es especialmente conocida por sus deliciosas croquetas, adquirió gran fama después de que el grupo irlandés U2 la visitara hace años y realizara en su interior una sesión fotográfica. Tras una tradicional fachada roja, típica de las antiguas tabernas de Madrid, se esconde un pequeño local con barra y pocas mesas, donde se sirve una cocina casera. Las croquetas son la especialidad de la casa y se ofrecen de diferentes rellenos: de espinacas, de pasas y gorgonzola, de picadillo o las clásicas de jamón.
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Casa Julio
37 C. de la Madera
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Esta concurrida taberna de Malasaña, que fue fundada en 1921 y es especialmente conocida por sus deliciosas croquetas, adquirió gran fama después de que el grupo irlandés U2 la visitara hace años y realizara en su interior una sesión fotográfica. Tras una tradicional fachada roja, típica de las antiguas tabernas de Madrid, se esconde un pequeño local con barra y pocas mesas, donde se sirve una cocina casera. Las croquetas son la especialidad de la casa y se ofrecen de diferentes rellenos: de espinacas, de pasas y gorgonzola, de picadillo o las clásicas de jamón.

Mercados Gastronómicos

Inaugurado en mayo de 1916 como mercado de abastos, este centenario establecimiento (uno de los pocos y mejores ejemplos de arquitectura de hierro de la ciudad) pasa a convertirse en mayo del 2009 en el primer mercado gastronómico de Madrid. Durante 2018 el mercado experimenta un periodo de consolidación de gran parte de su contenido gastronómico, contando con reconocidos chefs a nivel nacional e internacional. Localizado en el centro del Madrid de los Austrias y con más de 10 millones de visitantes al año, el Mercado de San Miguel es el templo gastronómico de la ciudad. En su interior se pueden degustar productos de primera calidad provenientes de distintas partes del país: desde tapas elaboradas con los pescados y mariscos más frescos de la costa gallega hasta una amplia variedad de quesos gourmet que recorren toda nuestra geografía, sin olvidarnos de las carnes, las frutas, las verduras, la repostería y un sinfín de opciones repartidas a lo largo de los más de 30 puestos que conforman la flota del mercado. Entre sus propuestas se encuentran los helados artesanales y naturales de Joan Roca (3 estrellas Michelin) en Rocambolesc, los arroces tradicionales de Rodrigo de la Calle (1 estrella Michelin) en Paella o las tapas castizas del Grupo Arzabal, en Madrí by Arzabal, entre otros muchos. Tras su reapertura en julio de 2021, se incorporan cuatro puestos nuevos: Madreamiga, panadería artesana ubicada en Madrid, que Ilega de la mano de la panadera Begoña San Pedro, la chef Clara Villalón y el cofundador de Grosso Napoletano, Hugo Rodríguez de Prada; Prrimital y su propuesta de carnes; las tortillas de Picolisto y Quesería Quesoba, empresa cántabra elaboradora de quesos artesanos con leche de vacas que pastan en praderas de alta montaña. Además de El Señor Martín, que suma un espacio más dentro del mercado, y P.A.N, marca pionera de harina precocida de maíz y con una oferta culinaria centrada en arepas y otros platos venezolanos, que se establece de nuevo en el Mercado. De esta manera, el mercado cuenta entre sus puestos fijos y móviles, además de los ya mencionados, con Martín Tenazas (Lobster House), Baolé, John Barrita Market, Crab Crab Crab, Pnkleton & Wine, Daniel Sorlut, La hora del Vermut, El 19 de San Miguel, Felixia, La Casa del Bacalao, Morris, Mozzarella Bar, Arzábal, Más Gourmets / Carrasco Ibéricos, Arzábal Croquetería, Tonda, Ahumados Domínguez y Café Negro.
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San Miguel Market
s/n Pl. de San Miguel
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Inaugurado en mayo de 1916 como mercado de abastos, este centenario establecimiento (uno de los pocos y mejores ejemplos de arquitectura de hierro de la ciudad) pasa a convertirse en mayo del 2009 en el primer mercado gastronómico de Madrid. Durante 2018 el mercado experimenta un periodo de consolidación de gran parte de su contenido gastronómico, contando con reconocidos chefs a nivel nacional e internacional. Localizado en el centro del Madrid de los Austrias y con más de 10 millones de visitantes al año, el Mercado de San Miguel es el templo gastronómico de la ciudad. En su interior se pueden degustar productos de primera calidad provenientes de distintas partes del país: desde tapas elaboradas con los pescados y mariscos más frescos de la costa gallega hasta una amplia variedad de quesos gourmet que recorren toda nuestra geografía, sin olvidarnos de las carnes, las frutas, las verduras, la repostería y un sinfín de opciones repartidas a lo largo de los más de 30 puestos que conforman la flota del mercado. Entre sus propuestas se encuentran los helados artesanales y naturales de Joan Roca (3 estrellas Michelin) en Rocambolesc, los arroces tradicionales de Rodrigo de la Calle (1 estrella Michelin) en Paella o las tapas castizas del Grupo Arzabal, en Madrí by Arzabal, entre otros muchos. Tras su reapertura en julio de 2021, se incorporan cuatro puestos nuevos: Madreamiga, panadería artesana ubicada en Madrid, que Ilega de la mano de la panadera Begoña San Pedro, la chef Clara Villalón y el cofundador de Grosso Napoletano, Hugo Rodríguez de Prada; Prrimital y su propuesta de carnes; las tortillas de Picolisto y Quesería Quesoba, empresa cántabra elaboradora de quesos artesanos con leche de vacas que pastan en praderas de alta montaña. Además de El Señor Martín, que suma un espacio más dentro del mercado, y P.A.N, marca pionera de harina precocida de maíz y con una oferta culinaria centrada en arepas y otros platos venezolanos, que se establece de nuevo en el Mercado. De esta manera, el mercado cuenta entre sus puestos fijos y móviles, además de los ya mencionados, con Martín Tenazas (Lobster House), Baolé, John Barrita Market, Crab Crab Crab, Pnkleton & Wine, Daniel Sorlut, La hora del Vermut, El 19 de San Miguel, Felixia, La Casa del Bacalao, Morris, Mozzarella Bar, Arzábal, Más Gourmets / Carrasco Ibéricos, Arzábal Croquetería, Tonda, Ahumados Domínguez y Café Negro.
En pleno Chueca, este mercado es una caja de sorpresas que merece la pena visitar. Aunque sus inicios fueron en el siglo XIX, tras ser derribado fue reconstruido en 2011, dando lugar a un edificio moderno con espacios destinados tanto a la compra de alimentos como a zonas de restauración. En 2021 se sometió a una remodelación que ha renovado su imagen y en la que se han incorporado nuevos espacios hosteleros y comerciantes, algunos de gran éxito como La Ancha, Hevia o el Café Comercial. El mercado consta de tres plantas: La primera planta está dedicada a la venta de producto perecedero, así como cuenta con algunos espacios en los que poder tapear, entre ellos La Barra del Comercial. La segunda planta está compuesta por diez puestos de show cooking / take away, en los que se puede disfrutar desde la cocina más tradicional y castiza hasta de propuestas orientales e italianas. En la tercera planta se ubica el restaurante - terraza 11 Nudos Terraza Nordés, del grupo Osborne, en el que se puede disfrutar de una cocina con lo mejor del mar y de la tierra, platos que muestran claras influencias atlánticas y una materia prima de altísima calidad. El Mercado de San Antón representa también a un nuevo modelo de mercado sostenible, en el que el lucernario central funciona como un enorme colector de energía fotovoltaica y el suelo es de basalto fundido, un material originalmente reutilizado. Dispone también de un sistema de recogida que reduce en un 80% el volumen de basura orgánica. El mercado tiene conexión wi-fi gratuita en todas sus plantas.
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San Antón Market
24 C. de Augusto Figueroa
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En pleno Chueca, este mercado es una caja de sorpresas que merece la pena visitar. Aunque sus inicios fueron en el siglo XIX, tras ser derribado fue reconstruido en 2011, dando lugar a un edificio moderno con espacios destinados tanto a la compra de alimentos como a zonas de restauración. En 2021 se sometió a una remodelación que ha renovado su imagen y en la que se han incorporado nuevos espacios hosteleros y comerciantes, algunos de gran éxito como La Ancha, Hevia o el Café Comercial. El mercado consta de tres plantas: La primera planta está dedicada a la venta de producto perecedero, así como cuenta con algunos espacios en los que poder tapear, entre ellos La Barra del Comercial. La segunda planta está compuesta por diez puestos de show cooking / take away, en los que se puede disfrutar desde la cocina más tradicional y castiza hasta de propuestas orientales e italianas. En la tercera planta se ubica el restaurante - terraza 11 Nudos Terraza Nordés, del grupo Osborne, en el que se puede disfrutar de una cocina con lo mejor del mar y de la tierra, platos que muestran claras influencias atlánticas y una materia prima de altísima calidad. El Mercado de San Antón representa también a un nuevo modelo de mercado sostenible, en el que el lucernario central funciona como un enorme colector de energía fotovoltaica y el suelo es de basalto fundido, un material originalmente reutilizado. Dispone también de un sistema de recogida que reduce en un 80% el volumen de basura orgánica. El mercado tiene conexión wi-fi gratuita en todas sus plantas.
Este centro comercial, que toma el nombre de la conocida Plaza de Antón Martín, es otro de los establecimientos que se suman a la nueva tendencia de mercados gourmet, donde los puestos tradicionales de alimentos perecederos conviven con varios restaurantes, entre los que predomina la comida callejera e internacional, con sabores españoles, italianos, asiáticos y latinos. El mercado se divide en tres plantas: en las plantas baja y primera se sitúan más de 60 puestos de alimentación, así como varios establecimientos gastronómicos, y en la tercera se encuentra, desde 2002, la escuela de baile "Amor de Dios", dedicada a la enseñanza de baile español. Entre sus servicios, algunos puestos disponen de reparto a domicilio.
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Antón Martin Market
5 C. de Sta. Isabel
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Este centro comercial, que toma el nombre de la conocida Plaza de Antón Martín, es otro de los establecimientos que se suman a la nueva tendencia de mercados gourmet, donde los puestos tradicionales de alimentos perecederos conviven con varios restaurantes, entre los que predomina la comida callejera e internacional, con sabores españoles, italianos, asiáticos y latinos. El mercado se divide en tres plantas: en las plantas baja y primera se sitúan más de 60 puestos de alimentación, así como varios establecimientos gastronómicos, y en la tercera se encuentra, desde 2002, la escuela de baile "Amor de Dios", dedicada a la enseñanza de baile español. Entre sus servicios, algunos puestos disponen de reparto a domicilio.
El mercado municipal de Vallehermoso fue construido en 1930 y su estructura arquitectónica supuso una novedad con respecto a otros centros comerciales de la época. Su fachada, colorida y castiza, no permite que pase desapercibido, y aparece, rotundo, en la esquina entre Vallehermoso y Fernando el Católico, subrayando el protagonismo que el mercado tuvo y aún retiene. Desde septiembre de 2017, presenta una nueva imagen así como la novedosa propuesta de un mercado fijo de productores. El mercado reúne varios puestos con una cuidada oferta de alimentos de calidad a buenos precios, entre los que se encuentran carnicerías, pescaderías, fruterías, mantequerías, pollerías y panaderías o tiendas especializadas con productos italianos, especias o tés, entre otros. La planta baja del mercado la ocupa la Galería de Productores, formada por negocios de artesanos de la alimentación que ofrecen alimentos elaborados de manera tradicional a un precio justo, respetuosos con el medio ambiente y procedentes de un área local cercana. Entre ellos se encuentran productos frescos de la huerta, huevos, carne, caracoles, leche, etc. y elaborados: embutidos, licores, ahumados, quesos, café, chocolate, croquetas o empanadas, entre otros. La zona incluye también un espacio de degustación para consumir los productos allí mismo. Además, en el mercado se puede degustar alguna de sus propuestas gastronómicas de culturas diversas (argentinas, japonesas, tailandesas...) y participar en un amplio programa de actividades de ocio y animación.
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Mercado Vallehermoso
36 C. de Vallehermoso
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El mercado municipal de Vallehermoso fue construido en 1930 y su estructura arquitectónica supuso una novedad con respecto a otros centros comerciales de la época. Su fachada, colorida y castiza, no permite que pase desapercibido, y aparece, rotundo, en la esquina entre Vallehermoso y Fernando el Católico, subrayando el protagonismo que el mercado tuvo y aún retiene. Desde septiembre de 2017, presenta una nueva imagen así como la novedosa propuesta de un mercado fijo de productores. El mercado reúne varios puestos con una cuidada oferta de alimentos de calidad a buenos precios, entre los que se encuentran carnicerías, pescaderías, fruterías, mantequerías, pollerías y panaderías o tiendas especializadas con productos italianos, especias o tés, entre otros. La planta baja del mercado la ocupa la Galería de Productores, formada por negocios de artesanos de la alimentación que ofrecen alimentos elaborados de manera tradicional a un precio justo, respetuosos con el medio ambiente y procedentes de un área local cercana. Entre ellos se encuentran productos frescos de la huerta, huevos, carne, caracoles, leche, etc. y elaborados: embutidos, licores, ahumados, quesos, café, chocolate, croquetas o empanadas, entre otros. La zona incluye también un espacio de degustación para consumir los productos allí mismo. Además, en el mercado se puede degustar alguna de sus propuestas gastronómicas de culturas diversas (argentinas, japonesas, tailandesas...) y participar en un amplio programa de actividades de ocio y animación.
Situado en el distrito centro, es uno de los mercados de abastos más grandes de Madrid.​ Inaugurado en 1875, en su interior se puede encontrar todo tipo de productos de primera calidad y disfrutar del trato cercano de sus comerciantes. El mercado actual (construido en 1958 y rehabilitado en 2013) posee dos plantas con una superficie de más de 6000 metros cuadrados de uso comercial en las que se distribuyen unos 80 comercios, entre alimentación (carnicerías, charcuterías, fruterías, pescaderías, pollerías) y otros establecimientos especializados como perfumería, óptica, floristería, tapicería...A las dos plantas mencionadas se añade una planta que hace de almacén y otra de aparcamiento. Además de su oferta comercial cuenta con el Espacio Cebada, 120 m2 totalmente acondicionados con ventilación, aire acondicionado y calefacción en los que poder celebrar todo tipo de eventos y grabaciones. El mercado cuenta con parking y un servicio de envío de pedidos a domicilio de varios de sus puestos.
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Mercado de la Cebada
S/N Pl. de la Cebada
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Situado en el distrito centro, es uno de los mercados de abastos más grandes de Madrid.​ Inaugurado en 1875, en su interior se puede encontrar todo tipo de productos de primera calidad y disfrutar del trato cercano de sus comerciantes. El mercado actual (construido en 1958 y rehabilitado en 2013) posee dos plantas con una superficie de más de 6000 metros cuadrados de uso comercial en las que se distribuyen unos 80 comercios, entre alimentación (carnicerías, charcuterías, fruterías, pescaderías, pollerías) y otros establecimientos especializados como perfumería, óptica, floristería, tapicería...A las dos plantas mencionadas se añade una planta que hace de almacén y otra de aparcamiento. Además de su oferta comercial cuenta con el Espacio Cebada, 120 m2 totalmente acondicionados con ventilación, aire acondicionado y calefacción en los que poder celebrar todo tipo de eventos y grabaciones. El mercado cuenta con parking y un servicio de envío de pedidos a domicilio de varios de sus puestos.